El recién estrenado presidente del partido del asesinado líder populista holandés Pim Fortuyn, Peter Langendam, ha anunciado que dimitirá inmediatamente de su cargo tras la elecciones generales de mañana.
Langedam se siente responsable de una "polarización muy negativa" en el seno del LPF después de acusar a líderes de la izquierda, con nombres y apellidos, de "compartir la responsabilidad" del asesinato de Fortuyn.
Sus declaraciones a un diario de Amsterdam levantaron las críticas de todos los partidos políticos y causaron un auténtico terremoto político en un país que vive inéditos momentos de incertidumbre pocas horas antes de las elecciones.
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El anuncio de la dimisión de Langedam corrobora las sospechas de división existentes dentro del LPF, un partido que nació hace apenas dos meses y que carece de miembros con experiencia política.
Tras el asesinato de Fortuyn, la pasada semana, la directiva se negó a nombrar a otra persona que lo sustituyera a la espera de conocer los resultados de los comicios electorales.
Según los últimos sondeos, el partido puede conseguir 28 de los 150 escaños del Parlamento y convertirse en la segunda fuerza política del país tras los democristianos del CDA