El primer ministro francés, el centroderechista Jean-Pierre Raffarin, ha ampliado su Gobierno, al día siguiente de la aplastante victoria de la derecha en las elecciones legislativas, con la incorporación de una docena de nuevas caras, entre ellas la de la ex presidenta del Parlamento Europeo, la centroliberal Nicole Fontaine, quien ha sido nombrada ministra de Industria.
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Siguen en sus puestos, entre otros, los neogaullistas Nicolas Sarkozy (Interior), Francois Fillon (Asuntos Sociales), Dominique Perben (Justicia) y Alliot-Marie (Defensa). También continúan los ministros de Exteriores, Dominique de Villepin, Economía y Finanzas, Francis Mer, así como el de Educación, Luc Ferry; el de Equipamiento y Transporte, Gilles de Robien; el de Sanidad Jean-Francois Mattei; el de Agricultura Hervé Gaymard o su colega de Cultura, Jean-Jacques Aillagon.
Las más destacadas incorporaciones al gabinete son Noelle Lenoir como ministra de Asuntos Europeos, que sucede al dimitido Renaud Donnedieu de Vabres, y la astronauta Claudie Haigneré, quien ocupará la cartera de Investigación y Nuevas Tecnologías.
Previamente, en conformidad con "la tradición republicana al día siguiente de las elecciones legislativas", Raffarin ha presentado su dimisión al presidente de la República, Jacques Chirac, quien le ha confirmado en el puesto y encargado que forme el nuevo Gobierno que tendrá mayoría absoluta en los próximos cinco años.
Mientras, el líder del Partido Socialista francés, Francois Hollande, ha llamado a su formación a una "intensa reflexión" tras la derrota sufrida ayer. "Tenemos cinco años para reconstruirnos", ha dicho. Los grandes derrotados han logrado sólo 140 escaños.
En las elecciones de ayer ya se esperaba que la centroderecha obtuviese la mayoría absoluta en la segunda vuelta de las legislativas. La Unión por la Mayoría Presidencial del presidente Jacques Chirac ha conseguido 355 diputados y la mayoría absoluta en una cámara de 577 asientos, según los datos definitivos del Ministerio de Interior.
Fin de la cohabitación
Estos resultado pone fin a cinco años de cohabitación con los socialistas, ya que Chirac también ganó las presidenciales celebradas hace menos de un mes. El descalabro de la izquierda, que ya se hizo patente entonces, cuando Jospin ni siquiera pudo disputar la segunda vuelta al ser desplazado por el ultraderechista Le Pen, se ha vuelto ha repetir ayer aunque en menor magnitud de lo que se esperaba.
Los comunistas han conseguido superar la barrera de los 20 diputados, uno más de los que tenían, lo que les permite mantener su grupo parlamentario. Peor suerte ha corrido el Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen, que no ha logrado ni un representante. La abstención ha marcado un nuevo récord al sobrepasar el 39%, frente al 35,59% de la primera vuelta.