Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
CUMBRE DE GUAYAQUIL

Los países latinoamericanos acuerdan impulsar un espacio común

El documento final de Guayaquil reafirma la voluntad de luchar contra el terrorismo, el narcotráfico y la corrupción

Los mandatarios y delegados de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Gauyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela han puesto fin a la II Cumbre Sudamericana, inaugurada ayer, con la suscripción de la declaración denominada "Consenso de Guayaquil sobre integración, seguridad e infraestructura para el desarrollo". Los mandatarios han manifestado su compromiso de integrar un espacio común para acelerar el desarrollo de la región.

El documento ratifica la voluntad de continuar impulsando acciones conjuntas de coordinación y cooperación para conformar un espacio común sudamericano y el compromiso de fortalecer la democracia, los derechos humanos, la integración y la seguridad.

En cuanto a la integración comercial, apunta la importancia de que las negociaciones entre la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y el Mercado Común del Sur (Mercosur) concluyan en el año 2002 para fortalecer la capacidad negociadora en otros procesos, particularmente con el del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), considerando a Chile, Guayana y Surinam.

Asimismo, el documento reafirma la voluntad de luchar con eficacia contra el terrorismo, el narcotráfico y la corrupción y de promover la constitución de un mecanismo de solidaridad financiera con la democracia y la gobernabilidad, y contiene una propuesta de creación de un fondo humanitario internacional sin comprometer recursos fiscales de los países en desarrollo.

Importancia de la energía

Seguros del valor de sus recursos naturales pero conscientes de la dificultad de su explotación, las naciones sudamericanas ven en el desarrollo de las infraestructuras y en la cooperación energética su futura prosperidad económica. Por ello proyectan una integración de la infraestructura energética regional, así como en el mejoramiento de la ciencia y la tecnología, principalmente de la información y la comunicación.

Los jefes de Estado y delegados declararon además zona de paz y cooperación a América del Sur, proscribieron la amenaza y el uso de la fuerza y el emplazamiento, desarrollo, fabricación, posesión, despliegue, tráfico, experimentación y utilización de armas de destrucción masiva, incluyendo las nucleares, químicas y biológicas.

Los presidentes y delegados de los países de Sudamérica también han manifestado su apoyo a Argentina, instando a la comunidad financiera internacional a extender el apoyo que esa nación necesita para su reactivación económica, y a Colombia por sus esfuerzos para defender la democracia en medio de una situación de violencia.