Las autoridades estadounidenses están investigando más de 500 pequeños comercios regentados por árabes o musulmanes en todo el país para determinar si están proporcionando financiación a grupos terroristas fuera del país con los ingresos generados por pequeños delitos, informa hoy The Washington Post.
Según el rotativo, los investigadores creen que en muchos de estos pequeños comercios se realizan pequeñas estafas que, en conjunto, generan decenas de millones de dólares en beneficios que van a parar a estas redes terroristas, según fuentes federales.
Las actividades ilegales que se investigan son el desvío de parte de los beneficios de la venta de medicinas, el robo y la reventa de alimentos de bebés, la "recolecta" ilegal de cupones de descuentos de alimentos o falsificaciones de camisetas.
Algunas de estas organizaciones criminales llevan operando en el país desde hace décadas, pero nunca se les ha prestado la suficiente atención debido a que son difíciles de atrapar y las investigaciones consumen mucho tiempo.
"No fue hasta después del 11 de septiembre cuando nos dimos cuenta de la magnitud de la recaudación de fondos", ha señalado John Forbes, del Servicio Federal de Aduanas, que dirige la investigación en Nueva York. Los investigadores sospechan que parte de este dinero ha podido financiar a grupos palestinos como Hamás o Hezbollah.
Un palestino muerto
Un miembro de las Brigadas de los Martires de Al Aqsa, el grupo armado relacionado con Al Fatá del presidente palestino, Yasir Arafat, ha sido abatido por soldados israelíes cerca de Yenín, según responsables de los servicios de seguridad palestinos. Ghazal Freihat, de 33 años de edad, ha muerto en una incursión con tanques y vehículos blindados, en la que otrso cinco palestinos han sido arrestados.
Ayer, un activista del movimiento radical palestino Hamas murió a manos de soldados israelíes cerca de la colonia de Dougit en el norte de la franja de Gaza.