El Gobierno de EE UU ha intensificado en las últimas horas las presiones sobre el Congreso para que apruebe una resolución que autorice la adopción de medidas militares contra Irak. Ayer, el presidente, George W. Bush, logró el apoyo de los líderes de la Cámara y hoy mismo la Casa Blanca ha pedido al Congreso autoridad para utilizar "todos los medios apropiados, incluyendo la fuerza" para desarmar y derrocar el régimen de Irak.
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Bush ha enviado al Capitolio su propuesta en espera de que el Congreso le de autoridad para llevar a cabo una guerra antes de que sus miembros comiencen la campaña para las elecciones del 5 de noviembre. "Si queremos mantener la paz, es necesario tener la autorización para usar la fuerza", ha dicho Bush a los periodistas reunidos fuera del despacho Oval.
El borrador señala que EE UU atacará militarmente, si el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no actúa de forma enérgica contra Irak, según fuentes que han pedido el anonimato. El borrador, según las fuentes, detalla tres objetivos: aplicar las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, defender la seguridad nacional de EEUU y restaurar la paz y la estabilidad en la región que rodea a Irak.
Así, el secretario de Estado de Defensa, Donald Rumsfeld, sugirió anoche que el exilio voluntario de Sadam o su derrocamiento por un levantamiento interno evitarían una intervención militar.
Apoyo esperado
Se espera que el proyecto reciba una amplia aprobación de ambos partidos tanto en la Cámara de Representantes como el Senado y se apruebe probablemente en dos semanas. Después de mostrarse renuentes a la intervención militar, tanto el líder de la mayoría demócrata del Senado, Tom Daschle, como el líder de la minoría de ese mismo partido en la Cámara de Representantes, Richard Gephardt, han dicho ahora que apoyan las medidas.
Por su parte, Irak ha anunciado que está dispuesto a cooperar con la ONU con la condición de que se respete su soberanía, según ha declarado el ministro de Exteriores Naji Sabri. Además ha negado que el país posea armas nucleares, químicas y biológicas. En plena guerra dialéctica, Irak también ha quedado dejar claro que no se fía de Estados Unidos.