El peligro de un estallido social está cada vez más cerca en Venezuela. Los promotores de la huelga general contra Hugo Chávez han hecho un llamamiento para ocupar las calles después de paralizar con una huelga el país por segundo día. Mientras, el Gobierno ha anunciado que continuará el despliegue de los cuerpos militares y ha dicho que tras la acciones de la alianza opositora se esconde una "carta golpista".
El ministro venezolano del Interior, Diosdado Cabello, ha informado esta noche de que continuará el despliegue de los cuerpos militares para garantizar el orden público en todo el país durante la huelga general opositora, que comenzó el lunes pasado. Ayer, la Guardia Nacional dispersó con gases lacrimógenos y disparó con perdigones a los grupos opositores.
El Ejecutivo ha dicho que tras del paro general convocado por la alianza opositora Coordinadora Democrática se esconde una "carta golpista", con el argumento de que quienes organizaron el paro son los mismos que promovieron la huelga indefinida que precedió al golpe de abril pasado.
Cabello ha declarado que la policía política DISIP, la Dirección de Inteligencia Militar (DIM), y la Guardia Nacional (GN, policía militarizada) se encuentran "trabajando activamente durante esta noche y los días que sean necesarios", a fin de prevenir posibles brotes de violencia. El ministro precisó, además, que los alrededores del palacio presidencial de Miraflores, en el centro de Caracas, fueron "militarizados", por lo que el paso por la zona está restringido.
Dos periodistas heridos
Cabello ha admitido que la Guardia Nacional dispersó ayer con gases lacrimógenos a grupos opositores que intentaron reunirse a las puertas de una sede de la estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) del este de Caracas, para protestar contra el Ejecutivo porque, según dijo, esa es una "zona de seguridad militar". El ministro lamentó que la GN lanzara gases lacrimógenos y perdigones contra los periodistas, y dijo que se investigará "hasta donde se pueda" esos hechos, en los que resultaron heridos dos trabajadores de un canal de televisión privado.
"Lamento lo que le ocurrió a los señores periodistas y lo vamos a investigar hasta donde podamos. Ahora, es una acción legítima del Gobierno mantener el orden y la tranquilidad de todos los ciudadanos, una acción totalmente legítima", planteó Cabello.
El ministro del Interior y Justicia atribuyó el despliegue de seguridad a la posibilidad de que sectores radicales de la oposición intenten repetir las condiciones que precedieron al golpe de Estado del pasado 11 de abril.