Al menos tres personas han muerto al estallar una bomba en las oficinas del cónsul honorario de Macedonia en la ciudad sureña paquistaní de Karachi. Pese a que las primeras informaciones hablaban sólo de dos muertos, la policía ha confirmado la recuperación de tres cadáveres, incluido el de una mujer no identificada y el del vigilante del edificio.
Todos los muertos eran nacionalidad paquistaní y habían sido atados de pies y manos antes de producirse la explosión hacia las 01.00 (21.00 horas del miércoles en España). Ningún grupo o individuo se ha atribuido la autoría del ataque que dañó gravemente el edificio situado en un distrito sur de la ciudad. Fuentes policiales han calificado el atentado de un acto de terrorismo.
Desde la intervención estadounidense en Afganistán, en octubre de 2001, Pakistán ha sido escenario de varios atentados contra objetivos occidentales atribuidos a grupos radicales islámicos. El pasado 8 de mayo, la explosión de un coche-bomba causó la muerte de 14 personas. Otras 12 perdieron la vida el pasado 14 de junio en otro atentado contra el consulado de EE UU en la misma ciudad.
También en Karachi fue secuestrado y asesinado a principios de año el corresponsal del periódico estadounidense The Wall Street Journal Daniel Pearl. En marzo, un atentado contra una iglesia cristiana en Islamabad causó cinco muertos, doe de ellos estadounidenses.