Al menos seis personas han muerto y otras cuatro han resultado heridas esta madrugada tras la explosión de un depósito ilegal de venta de combustible en un pueblo en el interior de Venezuela, según informaron las autoridades sanitarias locales. Cuatro de los muertos son menores, según ha asegurado a la emisora local Globovisión el doctor Guillén Gioco.
El médico, coordinador adjunto de emergencias de la ciudad de Mérida, unos 600 kilómetros al oeste de Caracas, no ha hecho pública la edad de los menores, pero sí ha reslatado que dos de los heridos se encuentran en estado muy grave a consecuencia de las quemaduras sufridas en el 90% de su cuerpo.
El suceso ha tenido lugar en el pueblo de Tucani, cercano a Mérida, cuando una chispa ha prendido en el depósito ilegal de combustible en una vivienda, lo que ha provocado una gran explosión.
La vivienda afectada almacenaba gasolina para su venta, debido a la escasez de carburante provocada por el colapso de la industria petrolera de Venezuela, gravemente afectada por la huelga general de la opsición contra el Gobierno de Hugo Chávez.
Confiscación
Mientras, efectivos del Ejército y la Guardia Nacional han confiscado en las comisarias de la Policía Metropolitana todas sus armas dejando únicamente los revólveres calibre 38, bajo el argumento de que la decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) autorizaba al Consejo de Seguridad Ciudadana a inspeccionar el armamento del organismo.
Según el subdirector de la PM, Lázaro Forero, los agentes se han quedado sin material para custodiar las marchas. "En una acción arbitraria se llevaron hasta las escopetas antimotines, sin una orden de allanamiento y sin la presencia de fiscales del Ministerio Público", ha denunciado.