El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, ha asegurado esta mañana a su llegada a Suiza para participar en el Foro de Davos que "al menos una docena de países" secundaría la postura de Estados Unidos en caso de guerra contra Irak. Powell ha rechazado revelar el nombre de esos, si bien ha afirmado que lo harían incluso sin una resolución de la ONU.
El jefe de la diplomacia estadounidense ha mostrado en los últimos días cierta decepción por la actitud mostrada por Francia, Alemania y otros países contrarios a implicarse en un conflicto hasta que los inspectores de la ONU no concluyan su trabajo.
"¿Más tiempo para que pase qué? ¿Para que los inspectores hagan qué? ¿Qué sabremos en dos o tres meses ante la no cooperación de los iraquíes y a la que es casi seguro que nos enfrentaremos?", se pregunta Powell en unas declaraciones publicadas por el Financial Times en su edición de hoy.
En las mismas, Powell ironiza e insta "a mis colegas europeos a que me digan cuando estarán satisfechos acerca de los inspectores". Además, apunta que "la decisión sobre la cuestión de saber si los inspectores deben tener más tiempo no depende de ellos sino del Consejo de Seguridad", antes de sentenciar que "el problema no es la cuestión de los inspectores, el problema es Irak".
Estas declaraciones de Powell coinciden con el llamamiento realizado por su Gobierno a las embajadas en los países árabes del Golfo Pérsico, en el que instan a sus ciudadanos a que estén alerta y se protejan del riesgo de ataques terroristas, dos días después de que un funcionario norteamericano muriera y otro resultara herido en un atentado en Kuwait.
Powell ha aprovechado su presencia en Davos para acercar posturas con Turquía sobre una eventual guerra en Irak. El tema ha sido abordado al márgen del Foro Económico, entre Powell, y el jefe del Gobierno turco, Abdullah Gul, y el líder del partido AKP, Recep Tayyip Erdogan.
Powell "discutió sobre la necesidad de preparar un posible uso de la fuerza si el presidente iraquí, Sadam Husein, no acepta desarmarse pacíficamente", ha declarado el portavoz de la diplomacia estadounidense, Richard Boucher.
Por otro lado, un alto cargo del Departamento de Estado norteamericano ha declarado que los turcos "comprenden nuestras necesidades en términos de preparación militar y nosotros comprendemos mejor dónde están en este proceso", precisando que Davos "no constituye una negociación" entre Washington y Ankara.
España no ha ordenado la evacuación de la embajada
En este sentido, la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, ha negado que el regreso a España del actual encargado de negocios en Bagdad, Eduardo Quesada, para preparar la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU se trate de un primer paso para retirar a todo el personal de la legación.
Desde Valencia, la ministra ha calificado de "rumores" las informaciones que apuntan a que el Gobierno ha ordenado la evacuación de su personal diplomático desplazado en Irak ante un posible conflicto en este país y ha aclarado que "lo que se ha hecho o se va a hacer es un viaje perfectamente habitual y regular del encargado de negocios de la embajada española en Irak a Madrid".
Palacio ha insistido en que "los hechos son muy tozudos y pondrán de manifiesto que se trata de esto". En este sentido, ha recalcado que hace un mes "cuando el encargado de negocios se cogió vacaciones también se especuló muchísimo sobre cual era la naturaleza real y profunda" de ese viaje.
"Contra los rumores es muy difícil luchar, y lo único que hay que hacer es esperar serenamente a que la realidad, que es muy tozuda, ponga las cosas en su sitio". Lo que es cierto es que Fernando Quesada, encargado de negocios y máximo responsable de la legación española tras la destitución de Fernando Valderrama, no estará en Irak la próxima semana. Unos días fundamentales para el desarrollo de los acontecimientos, con el informe de los inspectores de la ONU y el discurso de Bush sobre el Estado de la Unión.