Un preso peligroso se ha fugado esta madrugada de la cárcel de Fresnes, en las afueras de París, con la ayuda de un comando que ha asaltado el centro equipado con lanzagranadas y armas automáticas, según han informado fuentes penitenciarias y policiales.
Los miembros del comando, integrado por unas cinco personas vestidas de policías, iniciaban su ataque poco después de las 4.00 horas al disparar con los lanzagranadas contra las garitas de los guardias y las puertas de la prisión, que han resultado gravemente dañadas.
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Los cómplices han entrado en la galería donde estaba Antonio Ferrara sin dejar de disparar con sus metralletas contra las garitas y, una vez liberado, han huido en un vehículo probablemente robado. El asalto a la prisión se ha saldado sin muertos o heridos. Ferrara, de origen italiano y de 29 años, fue condenado por homicidio, robo con violencia y por otra fuga y tiene pendientes acusaciones de homicidio voluntario y atracos a mano armada.
Su segunda fuga
El fugado ya se había escapado en una ocasión de la cárcel y lo había intentado al menos otra más durante los últimos meses, según ha explicado un representante sindical penitenciario. Por su parte, el ministro francés de Justicia, Dominique Perben, ha acudido a Fresnes hacia las 7.00 locales para conocer las circunstancias de la evasión.
Ésta es la tercera fuga de un preso en Francia desde comienzos de año y se produce cinco días después de la de Joseph Menconi, acusado de asesinato, que escapó del centro penitenciario de Borgo, en Córcega.