El mando militar central de las fuerzas aliadas ha informado de que ha suspendido los lanzamientos de misiles de tipo crucero Tomahawk hasta que se comprueben las circunstancias por las que algunos de ellos que fueron disparados desde el Mediterráneo cayeron en territorio de Arabia Saudí.
El general Gene Renuart, de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, ha reconocido que "se está llevando a cabo una investigación en detalle para saber por qué los misiles cayeron en territorio de Arabia Saudí". Ha negado también que se esté prodiciendo un retraso, pese a las informaciones que apuntana a lo contrario.
El Tomahawk es un misil de tipo crucero guiado por láser, con un alcance de unos 1.600 kilómetros, y es una de las piezas fundamentales del arsenal desplegado en la presente guerra contra Irak, básicamente para atacar instalaciones militares o centros de mando del régimen raquí.
El general ha minimizado ante los periodistas la hipótesis de que Irak ponga en acción su fuerza aérea y ha subrayado que "ningún avión iraquí ha despegado", al tiempo que ha indicado que esos aparatos apenas disponen de capacidad de combate, dado el grado de deterioro en que se encuentran. Renuart ha señaldo que tampoco habían observado ninguna actividad de la Marina.