El Senado estadounidense ha aprobado anoche (madrugada en España) una propuesta para convertir en préstamos, en vez de ayudas a fondo perdido, la mitad de los 20.000 millones de dólares que el Gobierno ha pedido para la reconstrucción de Irak.
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La decisión, apoyada por 51 votos a favor frente a 47 en contra, representa un grave revés para el Gobierno del presidente George W. Bush apenas una semana antes de que se inaugure en Madrid la Conferencia internacional de donantes para Irak. Bush había presionado al Congreso en los últimos días para que aprobara lo más rápidamente posible su petición de una partida extraordinaria de 87.000 millones de dólares para Irak y Afganistán. De ella, 20.000 millones se destinarían a los gastos de reconstrucción de Irak.
La resolución del Senado, apoyada tanto por demócratas como por algunos republicanos, prevé que 10.000 millones de esa ayuda se conviertan en préstamos, que Irak deberá devolver con sus ingresos por petróleo. Esos préstamos volverían a convertirse en ayuda a fondo perdido si los países acreedores de Irak acceden a condonar al menos el 90% de la deuda exterior del país árabe, superior a los 100.000 millones de dólares.
Negociación obligada
El Gobierno de EEUU alegaba que convertir la ayuda en préstamos empeoraría los altos niveles de endeudamiento iraquí, perjudicaría su recuperación y supondría una victoria para los críticos de Washington. En cambio, los senadores que votaron a favor de la medida alegan que Irak es un país potencialmente muy rico.
Dos horas antes de la resolución del Senado, la Cámara de Representantes había rechazado una iniciativa similar por 226 votos en contra y 200 a favor. Ahora, las dos cámaras tendrán que negociar un acuerdo de compromiso para convertir en ley la ayuda a Irak, algo que los líderes del Congreso aspiran a lograr antes de que el día 23 se inaugure en Madrid la Conferencia de Donantes.