Los servicios de inteligencia y altos funcionarios iraquíes recurrieron el pasado febrero a un empresario norteamericano-libanés para negociar un acuerdo de última hora que evitara la guerra, gestión en la que participó Richard Perle, asesor del Pentágono, según informa The New York Times. El régimen de Sadam Husein llegó a ofrecer a Washington facilidades para que realizara una inspección militar a fin de comprobar si había armas de destrucción masiva.
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Durante una entrevista en Beirut, el empresario Hage explicó que el régimen iraquí se mostró intimidado por el despliegue militar estaodunidense y comenzó a hacer concesiones hasta ese momento totalmente inesperadas. El rotativo asegura haber tenido acceso a documentos que demuestran que efectivamente, Irak realizó intentos notables para frenar la amenaza de invasión.
Según publica el diario estadounidense, la oferta de negociación de última hora incluía la entrega de un acusado de participar en el atentado contra el World Trade Center de Nueva York en 1993 que se encontraba en Bagdad. Dicho ofrecimiento fue desestimado.
El rotativo también señala que el asesor del Pentágono Richard Perle, considerado uno de los principales diseñadores de la política estadounidense para Irak, se desplazó a Londres a principios de marzo, escasos días antes de la invasión, para encontrarse con el empresario norteamericano-libanés.
Perle se mostró escéptico sobre esta gestión y tras consultar con la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, la CIA, sobre un posible encuentro con funcionarios iraquíes, éste fue descartado con el mensaje "nos veremos en Bagdad". Según la versión de Perle, los funcionarios norteamericanos indicaron que existían ya otras vías de contacto con el régimen iraquí.
Un alto funcionario de los servicios de información norteamericanos no identificado por el rotativo destacó que existían varios canales de comunicación con el régimen iraquí o personas que decían buscar un punto de encuentro con el Gobierno de Bagdad.