Varios ministros del Gobierno iraní, incluido uno de los vicepresidentes, han presentado hoy su dimisión, en protesta por el acoso a que se ven sometidos los candidatos reformistas a las elecciones del próximo 20 de febrero. La semana pasada una docena de ministros de Jatamí amenazaron también con dimitir, pero la intervención de Jamenei calmó la situación. Por el momento, el presidente aún no ha decidido si acepta las dimisiones.
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El pasado día 11, el conservador Consejo de Guardianes de la Constitución decidió vetar a miles de candidatos (entre ellos 80 diputados), aunque ayer decidió revocar su decisión en sólo 200 casos después de una semana de intensas movilizaciones y sentadas en el Parlamento iraní.
La dimisión tiene lugar cuando el propio Presidente, considerado él mismo el abanderado de los reformistas, está fuera de Irán, ya que participa en estos días en el Foro de Davos, en Suiza.
El Consejo de Guardianes de la Constitución está formado por doce clérigos de tendencia conservadora, considerados cercanos al Líder Supremo de la República, Alí Jamenei, quien ha pedido al órgano constitucional que revise los casos de los candidatos vetados, pero esta revisión se está haciendo de forma individual y no colectiva, como pretenden los afectados.
El Parlamento actual está dominado por los diputados reformistas próximos a Jatamí, pero su poder decisorio ha sido escaso durante la pasada legislatura, ya que los resortes del poder en el sistema iraní descansan en instancias distintas al Gobierno o al Parlamento y que están copadas por los conservadores.