Al cumplir su primer año de mandato, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha acometido la primera reforma de su Gobierno con la inclusión en su Gabinete de miembros del conservador Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), al que trata de compensar por su apoyo parlamentario a las reformas de los sistemas fiscal y de seguridad social. Además de compensar este apoyo, Lula trata de asegurarse un buen resultado en las elecciones municipales de octubre, cuando empiezan a arreciar las críticas por los resultados de sus polémicos proyectos sociales.
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Lula ha concedido dos ministerios a los conservadores, además de crear un superministerio de Desarrollo Social mediante la fusión de las carteras de Seguridad Alimenticia y Asistencia Social. Una de las carteras que ha ido a parar al PMBD es la de Comunicaciones, en la que el conservador Eunício Lopes de Oliveira sustituirá a Miro Texeira. Además de la fusión de los ministerios de Seguridad Alimenticia y Asistencia Social, los rumores apuntan a que los cambios se producirán en los ministerios de Ciencia y Tecnología, Casa Civil (presidencia), la secretaría de coordinación política del Gobierno, Seguridad Alimenticia y Asistencia Social, Seguridad Social, Educación, Planificación y Transportes.
Corrupto y reaccionario
Pese a que hace años Lula tildó al PMBD de "corrupto" y "reaccionario", su apoyo ha sido fundamental para sacar adelante las ambiciosas reformas que el Partido de los Trabajadores ha acometido para sacar a Brasil de la pobreza, en particular las reformas de los sistemas fiscal y de seguridad social. De hecho, los líderes de esta fuerza política exigían formar parte del gobierno y así dar continuidad a una tradición iniciada desde su creación en 1985, que sólo fue interrumpida el año pasado, con la llegada de Lula al Ejecutivo brasileño. Hasta entonces, y desde su nacimiento, el PMDB ha formado parte de todos los gobiernos brasileños. No en vano el PMDB es la principal fuerza electoral y la segunda fuerza en el Congreso, donde cuenta con 78 diputados.
Dentro de nueve meses, los brasileños elegirán a los alcaldes y concejales de los 5.560 municipios del país y el Partido de los Trabajadores de Lula quiere aumentar de 187 a 850 el número de prefecturas que domina.