La Alianza Unida Iraquí, conocida por todos como lista 169 y que representa los intereses de la comunidad chií, se ha declarado hoy vencedora de los comicios celebrados el domingo en Irak, y cuyos resultados oficiales no se conocerán hasta la semana que viene. "La Alianza Unida Iraquí se ha anotado una victoria arrolladora. Sabemos que la mayoría de los votantes han elegido a la alianza", ha asegurado el cabeza de lista, Abdul Aziz al Hakim.
La comunidad chií aglutina a dos tercios de la población iraquí, pero vive apartada del poder desde la independencia de Irak, en 1932. El pasado domingo acudió a votar masivamente, previsiblemente por la lista 169, compuesta por los dos principales partidos islamistas chiíes. En las regiones del sur del país, pobladas mayoritariamente por fieles a esta rama del islam, la participación se acercó al 80%.
Los expertos y observadores internacionales esperan que, dado su peso demográfico, los chiíes dominen la Asamblea Nacional y gran parte de los 18 Consejos provinciales, cuya composición también se eligió el domingo. La lista 169, apoyada por el gran ayatolá Alí Sistani, una figura equiparable al Papa para los católicos —y con varios consejeros entre los candidatos—, es conocida como la "lista chií", pero incluye también a otras tendencias —el grupo laico de Ahmed Chalabi y pequeños partidos kurdos y turcomanos—. Sus dirigentes han prometido que no nombrarán a clérigos para puestos ministeriales.
Al Hakim, cabeza de la lista, candidato respaldado por Al Sistani y líder del Supremo Consejo para la Revolución Islámica en Irak —uno de los dos principales partidos chiíes—, ha instado al resto de fuerzas políticas a construir un Gobierno de unidad nacional, y ha prometido que la alianza trabajará para construir un consenso que asegure que todos los grupos y etnias sean incluidos en el proceso de transición política. "No queremos que nadie sea marginado. Queremos que todo el mundo tome parte en el proceso de redacción de la Constitución. Defenderemos los derechos de todas las minorías y todos los grupos, por pequeños que sean".
Hakim ha avanzado que su grupo está negociando una alianza con los kurdos —que suman el 20% de la población iraquí y que también votaron en masa en los comicios, con la idea de forzar que el presidente del país salga de la lista de esta comunidad—, que dominaría la recién elegida Asamblea Nacional. Sin embargo, Hakim ha avanzado que también quiere contar con los suníes, que por miedo o por consigna de sus líderes no acudieron a las urnas. "Estamos listos para cooperar incluso con aquellos que no tomaron parte en las elecciones", ha explicado.
La Asamblea Nacional, con 275 escaños, debe elegir —con mayoría de dos tercios— un presidente y dos vicepresidentes, que decidirán a su vez quién es el primer ministro que forma Gobierno. Luego su misión será redactar la Constitución y preparar el país para su refrendo y unas nuevas elecciones, en 2006.