La medida publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) está orientada a proteger la sanidad de la cabaña ganadera española y equivalente a las que están tomando otros países de la Unión Europea (UE) y servirá además para "localizar, controlar y analizar" todas las partidas de ganado ovino llegadas desde cualquier país de la UE desde el momento en el que surgió la fiebre aftosa en Reino Unido.
Las peticiones del Departamento de Agricultura de la Generalitat y los representantes de los sectores ganaderos de Cataluña han empujado al Ministerio a promover la citada prohibición y proteger así a la cabaña ganadera catalana, petición que fue solicitada al ministro Miguel Arias Cañete por el conseller Josep Grau.
El titular de Agricultura, que ha inaugurado hoy la Jornada de Estudios del Foro Agrario, ha destacado que se trata de "una simple medida de precaución, una simple inmovilización de ovinos y caprinos y una prohibición de concentración de animales durante un plazo limitado", hasta que se llevan a cabo los estudios necesarios desde el punto de vista veterinario.
Arias Cañete ha lanzado un mensaje de tranquilidad a los consumidores, asegurando que en España no se ha detectado por el momento ningún caso de fiebre aftosa.
Las competiciones nacionales hípicas también han sufrido el impacto de la enfermedad y han sido suspendidas debido a la orden del Ministerio de Agricultura.
La medida cautelar, que estará en vigor hasta el 9 de marzo, implica que se suspenderán todas las pruebas hípicas previstas en territorio nacional, salvo aquellas en las que los caballos ya se encuentren en los clubes en que se disputen dichas pruebas, como es el caso del Circuito del Sol que se celebrará en Andalucía, según ha manifestado el secretario general de la Federación Española de Hípica, Alejandro Landaluce.
Los caballos no pueden moverse del club en el que se encuentren en estos momentos y, por supuesto, no pueden salir al extranjero, al menos en nueve días, hasta que el Gobierno dé nuevas instrucciones, según ha explicado Landaluce.
Paraguay, en alerta
Por otra parte, las autoridades paraguayas y argentinas indicaron ayer que los riesgos de un rebrote de aftosa en el Cono Sur americano persisten y que la propagación de la enfermedad en Gran Bretaña es señal de que no hay que bajar la guardia en el proceso de vacunación. Las autoridades paraguayas empezaron este proceso el pasado uno de febrero y hasta ahora, dos semanas antes de su culminación, han entregado poco más de 4 millones de dosis de la vacuna.
"Los factores de riesgo de propagación persisten debido a un gran movimiento de ganado y los países del área no estamos preparados para un caso de emergencia", resaltó el director del Servicio Nacional de Salud Animal paraguayo, Luis Acuña.