La confirmación de estos nuevos cinco casos eleva a 31 el total de brotes de la infección descubiertos hasta ahora en el Reino Unido desde el pasado 19 de febrero.
En una reunión del Consejo de Ministros, Brown ha explicado que no se han cumplido las esperanzas de evitar la difusión de la enfermedad, si bien parece que se han evitado nuevos contagios después de que se prohibieran los movimientos de ganado en el país.
"Esperábamos ver una serie de casos nuevos en los últimos días, y quizás en los próximos días también, a causa del periodo de incubación", que puede alcanzar los catorce días, ha explicado Brown.
El ministro ha advertido de que la prohibición impuesta por la UniónEuropea a las exportaciones de ganado británico podría prolongarse aún un cierto tiempo, "hasta que podamos convencer a los veterinarios que asesoran a la Comisión Europea y los Estados miembros de que estamos libres de la enfermedad".
Elecciones aplazadas
Antes de conocerse los primeros casos de la infección la semana pasada, en el mundo político se daba por seguro que el primer ministro británico, Tony Blair, convocaría elecciones generales para el próximo mayo.
En declaraciones paralelas en la emisora de radio BBC, Brown ha reconocido la dificultad que entrañaría desarrollar una campaña electoral ante las restricciones a los movimientos impuestos en el medio rural.
El titular de Agricultura parece haber descartado esa posibilidad al apuntar que "varios diputados han presentado argumentos en los que alegan que sería injusto celebrar unas elecciones en circunstancias en las que parte de la comunidad no podría participar en ellas ".
Se espera que a partir de este viernes pueda entrar en vigor un programa para el traslado controlado de animales procedentes de zonas no infectadas a los mataderos, para evitar el desabastecimiento de carne en el país y mayores perjuicios económicos a los ganaderos.
Pérdidas cuantiosas
El sindicato de ganaderos calcula que si no se controla antes de tres meses la crisis de la aftosa el sector sufrirá pérdidas superiores a los 1.200 millones de dólares (216.000 millones de pesetas).
Una persona ha sido detenida hoy, jueves, en Irlanda del Norte como sospechosa de haber trasladado 300 ejemplares de ovino desde Carlisle (noroeste de Inglaterra) a la granja donde se ha detectado el primer brote de aftosa en la provincia.
Aunque algunas de las ovejas quedaron en la granja de Armagh sur, se piensa que la mayoría acabaron en la República de Irlanda, donde se intenta detectarlas lo antes posible ante el temor de que extiendan la enfermedad por este país.
Hasta el momento se han sacrificado en el Reino Unido más de 25.000 animales a causa de la enfermedad, entre ellos 3.400 vacas, 19.600 ovejas, 1.750 cerdos y una cabra.
Los veterinarios asesores del Gobierno británico estudian ahora el riesgo de que animales salvajes como los ciervos o los jabalíes puedan contraer la enfermedad o actuar como agentes de contagio.
La aftosa es fatal para las reses afectadas porque causa ulceraciones alrededor de los morros y las pezuñas de los animales y, aunque no provoca su muerte, sí los debilita porque dejan de ganar peso y de producir leche.