El fármaco, que se vende en cajas de dos comprimidos por un precio aproximado 3.000 pesetas, está indicado como anticonceptivo de emergencia, siendo posible su administración dentro del plazo de las 72 horas siguientes al coito. Más adelante se comercializará otra versión de este producto, el Postinor, de los laboratorios Schering.
Precisamente su condición de anticonceptivo ha sido el punto que más polémica ha levantado en los últimos días. La Organización Mundial de la Salud ha descartado expresamente que sea abortiva, afirmando que evita la fecundación del óvulo o su implantación en el útero, pero carece del menor efecto sobre el embrión ya implantado.
De hecho, el mismo principio activo que lo forma, en menor dosis y administrado a diario, se usa también como una píldora anticonceptiva convencional. El hecho de que sólo deba usarse en situaciones de emergencia se debe simplemente a que su eficacia es moderada (un 85%).
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Sin embargo, los obispos españoles han asegurado que el medicamento produce un "aborto", y han tildado su uso de "asesinato" y de "patrioticamente inaceptble", en línea con la postura expresada el pasado día 27 de abril por la Conferencia Episcopal.
Hasta ahora, en España el sistema de anticoncepción de emergencia más utilizado era el método Yuzpe, que consiste en una combinación de estrógenos y gestágenos que se debe tomar también en las primeras 72 horas después del coito.