El agujero en la capa de ozono sobre la Antártida ha alcanzado este año una extensión jamás antes registrada, y cubre ya más de 30 millones de kilómetros cuadrados, según ha revelado hoy el Instituto Nacional de Agua e Investigación Atmosférica de Nueva Zelanda. Esta superficie es equivalente a tres veces la superficie total de Estados Unidos, según ha resaltado la Agencia Atmosférica y Oceanográfica estadounidense, que reduce sin embargo su tamaño a 26 millones de kilómetros cuadrados en otro estudio publicado hoy.
El agujero en la capa de ozono sobre la Antártida ha alcanzado este año una extensión jamás antes registrada, y cubre ya más de 30 millones de kilómetros cuadrados, según ha revelado hoy el Instituto Nacional de Agua e Investigación Atmosférica de Nueva Zelanda. Esta superficie es equivalente a tres veces la superficie total de Estados Unidos, según ha resaltado la Agencia Atmosférica y Oceanográfica de este país, que reduce sin embargo su tamaño a 26 millones de kilómetros cuadrados en otro estudio publicado hoy.
El instituto neozelandés señala en su trabajo que se trata del mayor tamaño registrado desde que los científicos empezaron a medir el agujero de ozono, hace 16 años, mientras que la agencia estadounidense considera que su superficie es similar a la de los tres años anteriores.
La capa, formada por ozono, un gas de color azulado que es parte de la atmósfera, está situada en la estratosfera y protege al planeta de la dañina radiación ultravioleta, que perjudica las condiciones de vida en la tierra y favorece la formación de cáncer de piel en los seres humanos.
El agujero, que comienza a crecer todos los años en septiembre y disminuye a su tamaño mínimo en diciembre, es causado sobre todo por los gases clorofluorocarbonados (que emiten determinados aerosoles -prohibidos recientemente-, motores de los vehículos, electrodomésticos, etcétera) y por la actividad humana.