Noventa millones de dosis de la vacuna contra la viruela han aparecido en unos laboratorios de Pensilvania, sin que aún esté claro por qué sus propietarios, la compañía Aventis, no comunicaron antes su existencia, según informa en su edición de hoy el diario The Washington Post. Las dosis, que según los especialistas se encuentran en perfectas condiciones, podrían cubrir totalmente las necesidades de la población estadounidense en caso de emergencia debido a un ataque bioterrorista.
La viruela se erradicó en todo el mundo en 1977 y, desde entonces, no se ha vuelto a vacunar a nadie, lo que significa que los niños nacidos en las ultimas dos décadas no tienen defensas contra ella. Los 90 millones de dosis que se han encontrado, cuyo hallazgo ha sido confirmado por el departamento de Salud, se encuentran en las instalaciones que Aventis tiene en Swiftwater, en Pensilvania.
Según el periódico estadounidense, aún no está claro cómo han aparecido las vacunas, quien las ha hallado y por qué la compañía propietaria no informó antes de su existencia. Los cálculos efectuados por las autoridades de salud sobre las necesidades de EE UU indican que los 90 millones de vacunas podrían multiplicar por seis las actuales existencias. Las vacunas, además, permiten en muchos casos que las dosis sean diluidas, lo que ampliaría así el numero de dosis disponibles.
EE UU, que tiene actualmente unos 15 millones de dosis de esa vacuna, perseguía desde hace tiempo disponer de cientos de millones de ellas con el fin de vacunar a toda la población, en caso necesario.
La amenaza del bioterrorismo
Tras las acciones terroristas con bacterias de ántrax, que mataron a cinco personas en EE UU, el temor de las autoridades federales estadounidenses se ha centrado en la posibilidad de que los terroristas usaran el virus de la viruela, para cuyo control no existían vacunas suficientes. Tras ser erradicada la enfermedad, solamente algunos laboratorios estatales de EE UU, el CDC de Atlanta, y otros en Rusia, mantienen virus de la viruela vivos para conseguir antídotos en un caso de emergencia.
Algunos expertos temen que el virus pudiera haber sido conservado también por países que prestan apoyo a los terroristas.