La organización ecologista Greenpeace ha denunciado que medio centenar de agentes de la Guardia Civil han abordado hoy su buque insignia, Rainbow Warrior, frente al puerto de Valencia. Los efectivos policiales han tomado el control de la cubierta y el puente de mando del barco, al tiempo que cerca de allí varias patrulleras han perseguido a tres lanchas de la organización.
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Un grupo de ecologistas interceptaron esta madrugada un buque que, según han denunciado, transportaba maderas procedentes "de la destrucción y tala ilegal de bosques africanos". El carguero Honour se disponía a entrar en el puerto de Valencia cuando fue abordado por los activistas. Dos de ellos se encaramaron en el mástil, otros dos se situaron en las escalerillas de acceso y un tercero se encadenó al ancla. Los ecologistas lograron así detener el barco, y según han comunicado esta tarde aún se encuentran a bordo.
"Tala ilegal y destructiva"
Los ecologistas, que portaban el distintivo Investigación del Crimen Forestal, han partido en lanchas del buque Rainbow Warrior, fondeado a la entrada del puerto valenciano. Con esta actuación, Greenpeace quiere denunciar "la entrada de madera procedente de la tala ilegal y destructiva de los bosques primarios del planeta". Hasta ahora la Guardia Civil no había actuado, pese a encontrarse en las proximidades desde esta mañana.
"Una parte de la madera que viaja a bordo del Honour procede de empresas implicadas en la tala ilegal de los últimos bosques primarios de Africa Central" ha declarado Miguel Angel Soto. "Comprar esta madera es apoyar al sector forestal de Camerún que no está comprometido con la legalidad en este país y que está fomentado la corrupción y la destrucción de los bosques", agregó el portavoz ecologista. La destrucción de los últimos bosques primarios del planeta, según Greenpeace, "roba a las poblaciones de estos países los recursos necesarios para su supervivencia".