La Iglesia católica alemana ha cometido un error al no conseguir ayudar a las víctimas de abusos sexuales practicados por clérigos y el escándalo la ha conmocionado, según lamentó este viernes el arzobispo Robert Zollitsch. El líder de la Iglesia católica de Alemania espera que esta Semana Santa marque "un nuevo comienzo para la Iglesia, que lo necesita con urgencia" tras la oleada de denuncias sobre abusos sexuales a niños.
Zollitsch reconoció que los casos de abusos han llenado la Iglesia de "pesar, horror y vergüenza". "El daño infligido a las víctimas, que fueron incapaces de expresar con palabras su sufrimiento durante muchos años, ha conmocionado a la Iglesia", dijo. Y prosiguió: "Se han abierto heridas que difícilmente se podrán sanar nunca. Hoy la Iglesia es consciente de que, en una situación social diferente, no hizo lo suficiente para ayudar a las víctimas debido a la desilusión sobre los dolorosos defectos de los agresores y debido a las mal entendidas preocupaciones por la imagen de la Iglesia". Zollitsch aseguró que la Iglesia debe afrontar la realidad sin importar lo doloroso que sea.
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Decenas de personas sufrieron abusos en Alemania en centros escolares religiosos durante las pasadas décadas. El escándalo ha salpicado incluso a Benedicto XVI. Según la prensa, el hoy Papa supo de la vuelta de un cura pederasta a la actividad parroquial cuando era obispo de Múnich y, en sus años de prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, decidió no apartar del sacerdocio al cura norteamericano Lawrence C. Murphy, acusado de haber abusado de 200 niños sordos entre 1950 y 1974.
A juicio del Vaticano, un "anticristianismo radical y demencial se está difundiendo por Europa de una forma rastrera", en palabras del cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado de la Santa Sede y número dos del Vaticano.