El Juzgado de lo Penal número 1 de Valencia ha condenado a tres años de prisión por un delito de homicidio por imprudencia grave al hombre que mató de un golpe al estudiante Daniel Oliver en 2007. La víctima creyó ver que el condenado, David M. G., zarandeaba a una mujer y trató de pararlo. El supuesto maltratador reaccionó con un puñetazo. El fallecido, que tenía 23 año, cayó al suelo, entró en coma y murió seis días después.
El juzgado también impone a David M. el pago de una indemnización de 130.000 euros a los padres de la víctima, así como de 5.761 euros a la Agencia Valenciana de Salud. Además, condena al agresor por una falta leve de lesiones a 12 días de localización en su domicilio.
En el juicio, el fiscal pidió una pena de dos años de cárcel por homicidio imprudente. La acusación particular, la elevó a siete. La defensa solicitó la libre absolución.