El ciberpirata ha revelado su "hazaña" al dominical suizo de lengua alemana Sonntagszeitung, que publica hoy la noticia, según la cual, el hacker tiene en su poder la contraseña de destacados deportistas, políticos y periodistas suizos, así como
de varias embajadas, entre ellas, las de Israel, Uruguay y Francia, así como la del consulado general argentino.
También ha conseguido la contraseña de la Iglesia de la Cienciología, del centro de tarjetas de crédito del mayor banco suizo, UBS, de la Asociación de la Banca extranjera, de varias policías cantonales y de hospitales.
Sólo para demostrar los fallos de seguirdad
Los perjudicados han instado al servidor de Internet Swissonline, del que son clientes, a que tome medidas inmediatas para reparar los daños.
Según explica él mismo al periódico, su acción trataba simplemente de demostrar lo fácil que resulta descifrar los códigos de esa compañía y robar o destruir datos o el correo electrónico de los clientes.