El primer congreso provincial de UCD celebrado en Badajoz a principios de verano (curiosamente coincidente con la cumbre socialista hispano-portuguesa), con la presencia del presidente del Senado y los ministros de Sanidad y Justicia, vino en cierta manera a poner paz y después gloria tras el pequeño bache sufrido cuando el diputado Antonio Masa Godoy, antiguo demócrata-cristiano, anunció con anterioridad su salida del partido y con él varios militantes.Salvo eso, que dicho queda ya está superado, UCD no ha tenido más sobresaltos y ha pasado el verano en calma. No faltan, eso sí, los rumores más o menos fundados y los comentarios más o menos acertados que critican y comentan hechos y situaciones del partido. Uno le ellos, difícilmente comprobable, que pertenece al campo de las suposiones, se refiere al posible contacto que el señor Lasuén mantuvo con Antonio Masa con la idea le crear una nueva ala centrista.
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El espíritu de Sánchez de León sigue iluminando al partido, y su, presencia en potencia y esencia sirve para encauzar las corrientes y hacer manso el curso, aunque existan fuerzas centristas que creen remolinos de cuando en cuando. Ramallo dimitió de secretario del partido, pues quería aparecer de presidente de la Junta Regional extremeña como un hombre que, siendo de partido, pareciera apartidista. Su puesto fue cubierto por un hombre del que no se conocen muchas aptitudes políticas, aunque en el campo de la organización se desenvuelve con facilidad.
Cuando esto escribimos se reunían en Mérida, dentro de un absoluto secreto, los compromisarios que representarán al partido extremeño en el congreso nacional. La reunión, a puerta cerrada y de forma inesperada, puede ser una puesta a punto para unificar los criterios que en Madrid hayan de exponer, entre los cuales no se excluye un sentido crítico hacia ciertos aspectos del congreso, y concretamente, del tema de estatutos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 17 de octubre de 1978