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ESCÁNDALO FINANCIERO

Gescartera comunicó a la CNMV las reticencias de la ONCE un día antes de su ascenso

Arroyo asegura que la sociedad de Camacho nunca les planteó tomar el 25% de la matriz

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) inscribió a Gescartera el 6 de febrero de 2001 como agencia de valores tras haber conocido con un día de antelación que no podía garantizar la entrada de la ONCE con un 25% del accionariado, uno de los requisitos exigidos por la propia CNMV para el ascenso de sociedad de cartera a agencia de valores. Así se refleja en una carta de José María Ruiz de la Serna, director general de Gescartera, a Juan Carlos Basallote Ureba, responsable de la División de Entidades del Mercado de Valores. En este escrito De la Serna comunica a la CNMV que 'no existe voluntad ninguna [por parte de la Fundación ONCE] de entrar en la gestión diaria de Gescartera'.

La carta muestra que Basallote Ureba comunicó a Gescartera su inscripción como agencia de valores a pesar de tener constancia, por segunda vez en una semana, de que la sociedad de Antonio Camacho y Pilar Giménez-Reyna no garantizaba los requisitos exigidos por la CNMV.

José María Ruiz de la Serna respondió el 2 de febrero de 2000 al requerimiento que el funcionario de la CNMV le remite dos días antes para enumerar los incumplimientos que se interponían para el ascenso de Gescartera. Entre ellos, Basallote Ureba recuerda que no han cumplido con el objetivo de que la Fundación ONCE tome un 25% de Gescartera Holding, la matriz del grupo de Camacho.

A los dos días, Ruiz de la Serna le responde: "Nos es grato manifestarle que entendemos cumplidos los puntos de actuación que fueron incorporados a nuestro expediente de transformación en agencia de valores (...). El único punto que no hemos podido cumplir, a nuestro pesar, es tener inscrita la agencia de valores en el correspondiente registro administrativo antes del 31 de diciembre de 2000".

"No obstante, y tal como se comentó en el día de ayer", prosigue la carta, "seguimos con el planteamiento de dar entrada a la Fundación ONCE en el accionariado de la Sociedad Holding". En este sentido, y refiriéndose a la toma del 25% de la matriz, le informa de que José Manuel Pichel, director general de la Fundación ONCE y consejero delegado de Gescartera (puesto al que accedió al entrar la Fundación con el 10% en la agencia de Camacho) "expuso el planteamiento de la Fundación ONCE de que no existe voluntad ninguna de entrar en la gestión diaria de Gescartera, si bien esperan que su vinculación" con el grupo "les reporte los beneficios que esperan todos los accionistas de sus inversiones en sociedades".

El director general de Gescartera le informa también de que han intentado convencer a la Organización Nacional de Ciegos mediante la promesa de "contratar discapacitados no sólo en labores, podríamos decir, menores, sino, más bien, con una vinculación más ejecutiva que meramente administrativa". De la Serna continúa refiriéndose a hipotéticas decisiones de futuro. "Son planteamientos para ir desarrollando sin prisa pero sin pausa", escribe, al tiempo que añade: "Es voluntad de la actual dirección de la ONCE el desarrollo de sus planteamientos de forma lenta pero constante". La carta lleva fecha de 2 de febrero. El sello del registro de entrada de la CNMV demuestra que llegó a su destinatario, Juan Carlos Basallote Ureba, tres días después. A pesar de que Ruiz de la Serna sustituye con promesas lo que Gescartera adelantó a la CNMV que iban a ser realidades, el órgano de supervisión inscribe la sociedad de Camacho-Giménez-Reyna como agencia de valores al día siguiente, 6 de febrero de 2000. De esta forma, la CNMV cierra un proceso iniciado el 13 de julio de 2000, por el equipo presidido entonces por Juan Fernández Armesto, que aprobó el ascenso de Gescartera. Éste fue ratificado por el ministro de Economía, Rodrigo Rato, mes y medio después. La inscripción oficial se produce ya con Pilar Valiente como responsable máxima.

El presidente de la ONCE, José María Arroyo, comentó el pasado martes a este periódico que tras la intervención de la CNMV en Gescartera, el pasado 15 de junio, los dos representantes de la ONCE vinculados con Gescartera -José Manuel Pichel y Rafael de Lorenzo- fueron sometidos a un cuestionario de 24 preguntas sobre la participación de la Fundación en el 10%. En sus respuestas admiten esta relación financiera, así como no haber informado a sus superiores. A finales de agosto, la ONCE amplió el cuestionario en seis preguntas, según Arroyo, porque tuvieron constancia del "rumor" de tomar el 25% de la sociedad matriz. El presidente de la ONCE añadió que los dos citados ejecutivos, ahora destituidos, habían respondido de forma tajante: "Gescartera ni siquiera nos lo planteó como posibilidad".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 7 de septiembre de 2001