Enrique Peralta, el ecónomo del Arzobispado de Valladolid, declaró ayer que decidió invertir en Gescartera en 1996 porque tuvo "buenas referencias" de la sociedad de cartera de Antonio Camacho. El diputado socialista Juan Fernando López Aguilar le preguntó quién le había dado esos informes. El ecónomo replicó que a eso no iba a contestar, pero que pidió referencias a entidades y personas, y quedó convencido de que era una inversión segura.
Otro motivo de seguridad que esgrimió el ecónomo fue que Gescartera le ofreció una "rentabilidad inferior a la del mercado". "¿Cuál?", le preguntó el diputado socialista. Un 10%, contestó Peralta, para recordar que en esos años la Bolsa ofrecía mejores rentabilidades.
El ecónomo declaró también que nadie le recomendó sacar sus mil millones de pesetas de Gescartera. "Como vimos que estábamos siendo investigados, el arzobispo y yo decidimos que sería conveniente liquidar la relación". Eso fue, dijo, el martes santo de 1999, 30 de marzo. Y el miércoles 31, también santo, recibieron el cheque de Gescartera y lo ingresaron en su cuenta del Banco Popular.
En un aparte de una reunión a la que asistió el 30 de marzo de 1999 en la CNMV, el ecónomo fue llamado a consultas por el entonces director de Supervisión, David Vives, quien le preguntó si estaba tranquilo estando en juego mil millones. "Yo le dije que los tenía en el bolsillo", dijo hoy de madrugada Peralta, en referencia a que ya tenía el talón de más de 1.000 millones de pesetas. Vives, por el contrario, declaró en el Congreso que el arzobispado nunca le dijo que ya había cobrado, por lo que la conversación fue de "besugos". El diputado de CiU Jordi Jane leyó un informe de la CNMV que recoge el relato de Camacho sobre la actuación del ecónomo en la reunión de la CNMV y también la versión del organismo. El ecónomo respaldó sin fisuras la versión de Camacho y se irritó mucho al escuchar la versión de la CNMV.
El relato que ofreció el ecónomo de las visitas que hicieron los inspectores de la CNMV al arzobispado y de su reunión posterior con los directivos de Gescartera y de la CNMV en la sede del organismo supervisor arrancó con esta afirmación: "Nunca había estado en un sitio tan solemne. Aquello parecía un poquito como una encerrona".
Felipe Alcaraz, de IU, le preguntó de dónde había sacado el arzobispado el millón de pesetas diario que invirtió en Gescartera (el resultado de dividir los mil millones por los tres años que duró la relación comercial). El ecónomo respondió que según, que unas veces de venta de letras del Tesoro, otras de alguna venta de algún inmueble, o de alguna donación. Pretendió que nada de ese dinero procede de los presupuestos del Estado, pues eso lo dedican a pagar a los sacerdotes.
Peralta justificó su respaldo a los diferentes extractos de su cuenta que le remitía Gescartera porque no vio motivo de queja. A la pregunta del diputado del PSOE sobre cómo firmó justificantes de Gescartera igual por 30 millones que por mil o por 1.105, el ecónomo respondió: "No le di importancia y me pareció correcto". Añadió que esa "corrección" procede de que 30 millones correspondían a la liquidez que tenían en Gescartera y los 1.105 millones al volumen total. No detalló cómo podía saber qué cantidad de dinero tenía en liquidez en cada momento.
Alcaraz se interesó por saber si el ecónomo es consciente de que fue la Mutualidad de la Policía quien pagó los mil millones que ellos recuperaron. Peralta dijo que eso lo decían los periódicos y no es, por tanto, "veraz". El diputado de IU apostilló: "Y si se demostrara que es así, ¿estaría usted dispuesto a compartir los mil millones con la policía?". La respuesta fue tajante: "No".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 2 de octubre de 2001