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La actuación siguió tras la explosión en el teatro que se halla encima del aparcamiento

El segundo acto de Una noche de primavera sin sueño, de Enrique Jardiel Poncela, acababa de empezar cuando se escuchó un "ruido seco", según relató Francisco García Molina, que se encontraba en ese momento en el patio de butacas del Centro Cultural de la Villa de Madrid.

"Hemos sentido un ruido, pero los actores continuaron con la representación. Nos miramos los espectadores unos a otros y empezó un rumor. Entonces se encendieron las luces y Pedro Osinaga, el protagonista de la obra, nos pidió que saliésemos con calma, con tranquilidad", comentó García Molina.

Otra espectadora, Paloma Maeso, relató: "Pensamos que se trataba de efectos especiales, pero en cuanto nos han dicho que nos marchásemos, vimos que pasaba algo muy raro. Cuando hemos llegado a la calle, hemos visto una densa columna de humo y olía muchísimo a pólvora. El teatro se cerró y todos salimos". La obra tenía que haber concluido una media hora después de la explosión.

Toda la zona de la explosión estuvo totalmente cerrada hasta las tres de la mañana, cuando se volvió a permitir el acceso a varias calles próximas que había permanecido cortadas desde la explosión. Hasta ese momento, el centro de Madrid vivió un gran caos circulatorio, agravado por la lluvia.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 13 de octubre de 2001