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ETA hiere a dos 'ertzainas' en Bilbao con una bomba camuflada en una pancarta

Los agentes heridos por la explosión en un parque de Bilbao se encuentran fuera de peligro

ETA intentó ayer asesinar a dos agentes de la Ertzaintza colocando una bomba trampa junto a una pancarta en la que se insultaba directamente a la policía. La fuerte explosión se produjo pasadas las 21.10 en el parque Etxebarria de la capital vizcaína, cuando los dos miembros de un coche patrulla intentaron retirar una pancarta, colocada a media altura en una zona arbolada, que decía: "Policía asesina. ETA mátalos". El artefacto, compuesto por dos kilos de explosivo, se encontraba disimulado entre los arbustos y se activó cuando los agentes procedían a retirar la pancarta. Los dos ertzainas heridos fueron trasladados al hospital de Basurto, donde ingresaron por su propio pie. Uno de ellos fue intervenido quirúrgicamente.

ETA había sentenciado a muerte a los agentes de la Ertzaintza en el comunicado del pasado 30 de marzo en el que reivindicó el asesinato con otra bomba trampa del ertzaina, Iñaki Totorika, en Hernani (Guipúzcoa). Y ayer el reconstituido comando Vizcaya intentó hacer realidad una amenaza que incluye a todos y cada uno de los 7.500 miembros de la policía vasca.

El atentado se produjo a la altura del número 105 de la Avenida de Zumalakarregi de Bilbao, en uno de los márgenes del parque de Etxebarria, muy cerca del lugar donde tuvo lugar, en agosto de 1991, un enfrentamiento armado entre agentes de la Ertzaintza y miembros del comando Vizcaya de ETA en el que fallecieron el ertzaina Alfonso Mentxaka y uno de los liberados del comando, Juan María Ormazabal Tturko.

Pasaban las 21.00 cuando los dos agentes acudieron a retirar la pancarta. Al parecer fue un particular el que avisó en llamada telefónica de la presencia de un cartel en el que se podía leer: "Policía asesina. ETA mátalos". La pancarta fue colocada a primeras horas de la tarde, según aseguraron testigos presenciales poco después de producirse la deflagración.

"Ha sido una explosión horrible. Yo vivo aquí al lado y se ha movido hasta el suelo de la casa", aseguraba una mujer que vive en las inmediaciones.

Los expertos en explosivos no podían anoche certificar si la bomba estaba conectada con la pancarta para hacer explosión en el momento de ser retirada o, por el contrario, si se encontraba disimulada entre el arbolado y fue activada por algún terrorista cuando vio acercarse a los dos agentes, hipótesis que perdía fuerza según avanzaba la noche. En cualquier caso, según precisó el consejero vasco de Interior, Javier Balza, tras visitar a los heridos, el artefacto contenía unos dos kilos de explosivo, estaba dentro de un "recipiente pequeño, colocado a media altura en un seto y era realmente mortal".

La fuerte explosión, que pudo escucharse en barrios alejados de la zona, no afectó de lleno a los ertzainas. El hecho de que la carga no estuviera colocada en la dirección adecuada impidió que la onda expansiva alcanzara a los agentes de plano. Uno de ellos, con el pantalón quemado, incluso llegó a sacar la pistola mientras gritaba "¡mi compañero, mi compañero!" mientras caminaba sin rumbo y aturdido tras salir de la zona de arbolado, según un testigo.

Una gran columna de humo siguió a la explosión. Varios comercios y viviendas resultaron afectadas por la onda expansiva, que rompió cristales y algunas persianas. Pocos minutos después de la explosión, la policía acordonó una amplia zona alrededor del lugar del atentado. El alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, que acudió rápidamente al parque de Etxebarria, calificó a los terroristas de "matones" y, al igual que Balza, aseguró que la intención de los terroristas había sido "matar y a cuantos más mejor". También se acercaron al lugar del atentado dirigentes del PSE-EE y ediles del PP en Bilbao, que condenaron la nueva acción terrorista de ETA.

Los dos policías, el más grave de 38 años y su compañero de 39, fueron trasladados al hospital de Basurto, adonde poco después acudió Balza para interesarse por su estado. La vida de ninguno de los dos agentes, destinados en la comisaría del barrio bilbaíno de Deusto, corría peligro, informa Marta Nieto. De hecho, poco después de las 00.30 de hoy uno de ellos fue dado de alta. Fuentes de Interior indicaron que un agente tenía heridas en el ojo, abdomen y en una rodilla, pero de carácter menos grave. Su compañero presentaba la conmoción propia de la potente explosión registrada minutos antes.

El atentado de ayer, obra presumiblemente del reconstituido comando Vizcaya, según Balza, se produce 13 días después del asesinato en Getxo del magistrado de la Audiencia Provincial de Vizcaya José María Lidón. Fue la primera acción del nuevo Vizcaya, dirigido según la Policía por los liberados Kemen Uranga Artola y Mikel Garikoitz Azpiazu. La Policía también cree haber identificado a Cristina Goirizelaia González, la tercera activista que supuestamente conducía el coche en el que huyeron tras el atentado de Getxo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de noviembre de 2001