La muerte, el pasado sábado, del legendario ex baloncestista bosnio Mirza Delibasic ha causado gran conmoción en Sarajevo, ciudad que le consideraba uno de sus símbolos. Delibasic, que falleció a los 47 años en su apartamento en un barrio elitista tras una larga enfermedad, incluso había sido proclamado en 2000 el mejor deportista bosnio del siglo XX.
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"Fue el mejor embajador de Sarajevo", declaró ayer Drasko Prodanovic, el seleccionador nacional, que se expresó profundamente apenado. Entre los telegramas de condolencia dirigidos a su familia figura también el del presidente de turno de la presidencia tripartita de Bosnia, Jozo Krizanovic: "Ha sido dolorosa la noticia de que nuestro país se ha quedado sin su mejor deportista".
Para los ciudadanos de Sarajevo, Delibasic, que estuvo en la ciudad los tres años y medio de la guerra, era uno de sus héroes aunque hubiera nacido en Tuzla, el 9 de enero de 1954, donde comenzó su carrera. El ex jugador del Madrid (1981-1983) gustaba de la bohemia y se le veía con frecuencia en los restaurantes y los cafés populares en compañía de amigos y rodeado de admiradores. La administración capitalina estudia ahora la posibilidad de dar su nombre a una calle. Su entierro se celebrará hoy mismo tras un acto de homenaje que se prevé multitudinario.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 10 de diciembre de 2001