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CRISIS EN ARGENTINA

Duhalde tiende la mano a las firmas españolas perjudicadas

El viceministro de Economía asegura que no se va a 'pulverizar' ningún sector económico

El Gobierno argentino ha dado las primeras muestras a favor del diálogo con los sectores empresariales que se sienten más perjudicados por el nuevo plan económico, después de varios días de intensos forcejeos, con acusaciones mutuas, en las que las empresas españolas con intereses en Argentina fueron colocadas en el ojo del huracán. La reunión del presidente Eduardo Duhalde con representantes de los petroleros y la moderación del tono exhibido por algunos portavoces gubernamentales allanan el camino hacia el diálogo, según indicaron varias fuentes consultadas ayer.

"Hemos enviado la ley y ha salido tal y como la enviamos. Ha habido presiones, pero todos tienen que hacer esfuerzos. Los más pobres hace tiempo que hacen esfuerzos. Ahora pedimos la colaboración de los más ricos. Estoy convencido de que va a haber acuerdos". Con estas palabras se refirió ayer el ministro de Economía argentino, Jorge Remes Lenicov, a la pugna mantenida en los últimos días con las empresas españolas que dicen sentirse perjudicadas por las medidas económicas.

El ministro confirmó que su Gobierno recibió llamadas de España y otros países con fuerte presencia inversora en Argentina, y confirmó las próximas conversaciones con las empresas "que han solicitado algún tipo de excepcionalidad".

"A principios de febrero comenzaremos la renegociación de la deuda externa con los acreedores y con los organismos financieros internacionales", añadió. "Cambia la manera de hacer política económica. Es un cambio de rumbo", dijo el ministro, que adelantó que su Gobierno se dispone a preparar el terreno "para las reformas estructurales que Argentina hace mucho tiempo tiene que hacer y que va a hacer".

"No pretendemos agredir a nadie, no vamos a pulverizar a ningún sector de la economía", tranquilizó el viceministro de Economía, Jorge Todesca.

Dos artículos de la ley de emergencia pública y de reforma del régimen cambiario han destapado la caja de los truenos entre los principales grupos empresariales españoles. El artículo 6, en su primera parte, dispone la transformación a pesos de los préstamos de hasta 100.000 dólares, lo que según los bancos provocará pérdidas en sus balances en torno a los 15.000 millones de dólares, que los cálculos del Banco Central rebajan a 6.000 millones de dólares. El mismo artículo establece medidas compensatorias a las entidades financieras, que incluyen la emisión de títulos del Gobierno en moneda extranjera, que estarán garantizados con un impuesto por cinco años a la exportación de hidrocarburos.

Jorge Todesca señaló que el Gobierno no pretende regular el mercado petrolero "si los precios son razonables", y pronosticó que las empresas del sector aumentarán sus beneficios por efecto de la devaluación, lo que les permitirá subsidiar "a los endeudados".

Fuentes del grupo YPF-Repsol confirmaron ayer el aumento en un 8% del precio del gasóleo para el transporte de carga y de pasajeros, pero negaron que fuera una réplica a las medidas del Gobierno. El aumento, que entró en vigor el 2 de enero, es consecuencia de la subida del precio del barril de crudo, que en las últimas semanas superó la barrera de los 20 dólares, añadieron las referidas fuentes.

El otro artículo de la ley aprobada que levanta ampollas, en este caso a las empresas privatizadas de servicios públicos -telecomunicaciones, eléctricas, gas y agua-, es el octavo. Se refiere a las tarifas y deroga las cláusulas de ajuste en dólares u otras divisas extranjeras y las cláusulas indexatorias basadas en índices de precios de otros países y cualquier otro mecanismo indexatorio.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 7 de enero de 2002