La guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) negó ayer haber roto las negociaciones de paz establecidas en 1999, como anunció el pasado miércoles el Gobierno, y pidió a los negociadores oficiales que regresen a la mesa de negociaciones. El anuncio lo hizo el grupo insurgente en un comunicado firmado por sus negociadores y leído por el portavoz, Raúl Reyes, en el área neutral del sur del país. Las FARC negaron haber solicitado el plazo de 48 horas acordado con el presidente, Andrés Pastrana, para abandonar la zona de distensión, en caso de ruptura, para permitir el regreso de las fuerzas militares, que ayer comenzaron a movilizarse, según informaciones radiofónicas.
MÁS INFORMACIÓN
- Foro:: La opinión de los lectores
- El Gobierno rompe las negociaciones de paz con la guerrilla colombiana de las FARC
- Pastrana amplía al sábado su ultimátum a las FARC para salvar el proceso de paz
- La guerrilla colombiana del ELN se niega a prorrogar el alto el fuego
- La ONU trata de salvar 'in extremis' el proceso de paz en Colombia
- La guerrilla colombiana confirma la ruptura de las negociaciones de paz
- El Gobierno y las FARC salvan el proceso de paz
- Gobierno y guerrilla rompen el proceso de paz en Colombia
- El Gobierno colombiano y la guerrilla logran reanudar el diálogo para la paz
- Pastrana y las FARC reanudan el diálogo para decidir el futuro del área neutral
"El presidente Pastrana dijo [el miércoles por la noche] que mantendrá abiertas las puertas del diálogo y la negociación. Si es así, quien debe regresar a la mesa es el Gobierno y no las FARC, ya que no nos hemos retirado de la mesa. Por el contrario, hemos venido presentando una serie de propuestas", expresó el grupo rebelde.
Horas antes y después de una tarde de contradictorias versiones sobre el rompimiento definitivo del proceso de paz con las FARC, el presidente Pastrana abría un compás de espera de 48 horas para que el grupo guerrillero decidiera si continuaban o no los diálogos inicados en 1999. "El Gobierno entiende que no continúan en la mesa y, como consecuencia de ello, las FARC contarían con las 48 horas que están pactadas para su retiro de la zona de distensión", dijo el presidente por radio y televisión pasadas las nueve de la noche del miércoles, madrugada de ayer en España. Su anuncio conmocionó al país, que se encuentra dividido entre los que se oponen y los que apoyan las negociaciones.
El país no entiende aún el alcance del anuncio. El uso del lenguaje condicional, la cautela al no mencionar la palabra ruptura y el reiterar una y otra vez que la guerrilla fue la que se levantó de la mesa de negociaciones deja un resquicio a la esperanza de que no sea una ruptura definitiva. "Señores de las FARC: las garantías están dadas, la voluntad de negociación se mantiene. Solo falta que ustedes cumplan su palabra. En ustedes está el futuro de la paz", afirmó, en tono pausado y firme, Pastrana.
A media mañana de ayer, el ministro del Interior, Armando Estrada Villa, habló de un proceso que "vive un momento crítico" . "Si por cualquier circunstancia se presenta el rompimiento definitivo, el Gobierno tomaría las medidas necesarias", aclaró. Simultáneamente, los representantes de los diez países amigos de la negociación -entre ellos España- llamaron a las partes a "regresar a la mesa de negociación".
La confusión es grande: ante los miembros del Frente Común por la Paz, en el cual participan todas las corrientes políticas, Pastrana aseguró que ha comenzado a correr el plazo para la retirada de la llamada zona neutral de los hombres que dirige Manuel Marulanda, Tirofijo. Algunos de los asistentes a esta reunión, convocada de urgencia el miércoles por la noche, interpretan la situación como un ultimátum: si la guerrilla cambia de opinión y acepta las medidas que refuerzan el control militar en la zona periférica -como sobrevuelos, restricción al ingreso de extranjeros, retenes-, sigue el proceso. En caso contrario, las FARC tendrán dos días para desocupar ese vasto territorio de paz, tan extenso como Suiza. Según informaciones radiofónicas, ayer hubo movimiento de tropas hacia los cinco municipios que sirvieron al intento de paz de Pastrana.
El ministro de Exteriores español, Josep Piqué, culpó ayer a la guerrilla de la ruptura de las negociaciones y lamentó que sus dirigentes "estén perdiendo una oportunidad de demostrar su voluntad de paz". Los esfuerzos internacionales deben ser secundados por "todos", añadió Piqué, informa Peru Egurbide.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de enero de 2002