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POLÉMICA POR LAS ANTENAS DE TELEFONÍA

Los expertos creen 'improbable' hallar la causa del cáncer del colegio de Valladolid

El comité científico apoya que los 450 alumnos sigan acudiendo al centro público

La comisión científica creada por la Junta de Castilla y León para estudiar el origen de los cuatro casos de cáncer en el colegio García Quintana de Valladolid consideró anochea "altamente improbable" hallar la causa de las enfermedades. Aun así, coincidió con los padres y consideró que los niños deben seguir acudiendo a las aulas. Algo que los alumnos ya hicieron por la mañana cuando, una vez desconectadas las antenas, reanudaron sus clases sin que se registrasen ausencias. El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León decidirá en un plazo de cinco días si mantiene la apertura del colegio.

En una reunión de casi cinco horas en Valladolid, la comisión de expertos hizo una primera evaluación del problema, estableció un plan de trabajo y creó tres subcomisiones para profundizar en el análisis: ambiental, clínica y de estudio etiológico epidemiológico. "Este tipo de conglomerados [casos de leucemia de coinciden en un lugar y un tiempo contra toda probabilidad estadística] son realmente frecuentes en las poblaciones desarrolladas, según la literatura internacional", dijo en conferencia de prensa el portavoz de los expertos, Fernando Rodríguez Artalejo, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Autónoma de Madrid. Artalejo resaltó la "enorme dificultad de esclarecer las causas" y vaticinó que es "altamente improbable" que lleguen a establecerlas, "lo que no significa que no se puedan arbitrar medidas útiles y establecer un catálogo de posibles causas".

El portavoz afirmó que los escolares deben atender sus obligaciones docentes en el edificio del colegio porque "es muy improbable que existan agentes físico-químicos que sean los causantes" de la aparición simultánea de cuatro casos de cáncer. Con todo, se someterá a todos los alumnos cuyos padres estén de acuerdo a un examen de salud. Los análisis comenzarán a practicarse la semana que viene.

Mientras la comisión evalúa las posibles causas de la enfermedad, la actividad docente en el García Quintana quedó restablecida. Los padres, pese a que llevaron a sus hijos al colegio, continúan reclamando el desmantelamiento de todos los equipos de telefonía del edificio contiguo al colegio, a las que achacan la aparición de los cuatro casos de cáncer entre los alumnos.

En la vista celebrada a mediodía en la Sala de lo Contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León el fiscal apoyó la apertura del García Quintana al considerar que el Gobierno autónomo cerró el centro sin acatar el procedimiento administrativo y sin enviar a los padres y a la dirección del centro el preceptivo decreto de clausura que la abogada de la Junta presentó en la vista de ayer. La letrada expresó el convencimiento del ejecutivo de que "la medida cautelar de cierre esta absolutamente justificada y debe mantenerse hasta que se conozcan los resultados médicos definitivos".

Los abogados de los padres mostraron sus sospechas de que el citado decreto pudo haberse redactado con posterioridad a la denuncia judicial que presentaron el pasado 3 de enero.

Un portavoz de la comisión dio a conocer ayer los resultados de las investigaciones llevadas a cabo en los últimos días en el citado colegio público y señaló que no ven problema alguno en que el centro permanezca abierto. Según esas primeras conclusiones la actividad docente no perturba las investigaciones que se están llevando a cabo, por lo que abogan por la actual situación del colegio.

En cambio, el portavoz y Consejero de Salud y Bienestar Social del Gobierno regional, Carlos Fernández Carriedo, explicó ayer que "lo mejor" era que el colegio permanezca cerrado hasta que no que se llegue a una conclusión sobre los cuatro casos de cáncer infantil detectados en el centro.

La abogada de la administración regional, que se opone a que se reanuden las clases, argumenta que la inspección efectuada anteayer fue llevada a cabo por dos veterinarios, que se limitaron a recoger muestras y a realizar una inspección ocular de los componentes del edificio para facilitar la tarea del comité de expertos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de enero de 2002