Agentes del Cuerpo Nacional de Policía dispersaron ayer con dureza a 300 inmigrantes sin papeles que se encontraban acampados en la Huerta de la Alcazaba de Almería en demanda de su regularización. Los indocumentados habían decidido en asamblea permanecer cerca de la fortaleza hasta que se les garantizase su regularización. Los policías cargaron contra los concentrados y usaron gases lacrimógenos y bolas de goma. Cruz Roja atendió a unos 20 heridos. El delegado del Gobierno, Fernando Hermoso, dijo que hubo 11 detenidos porque se resistieron a los agentes. Hermoso redujo el número de heridos a "dos que se atropellaron cuando huían". La mayoría son maroquíes y dicen llevar viviendo dos años en España.
La policía vigiló a los inmigrantes hasta las 19.30. Entonces, unos 40 agentes comenzaron a rodear a los indocumentados en una vaguada de la Huerta de la Alcazaba. Sin previo aviso, según los inmigrantes, la policía comenzó a lanzar gases lacrimógenos y pelotas de goma. Los sin papeles, ayudados por los vecinos del barrio cercano de La Joya, una zona humilde de la capital, huyeron monte arriba y se refugiaron en el cerro San Cristóbal.
La policía, según afirmó el delegado del Gobierno, invitó durante todo el día a los inmigrantes a abandonar la zona y, ante la negativa, realizaron una "pequeña carga".
Antes de la carga policial, los inmigrantes que habían pasado la noche a la intemperie recibieron asistencia sanitaria por parte de Cruz Roja.
Todos los inmigrantes que participan en esta protesta aseguran que sus solicitudes de regularización han sido denegadas en dos ocasiones y mantienen que lo único que quieren es tener papeles para poder trabajar de forma legal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 23 de enero de 2002