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La Pasarela Gaudí rechaza fusionarse con Cibeles para mantener la moda en Barcelona

La visita por sorpresa de Juan Costa dificulta las negociaciones para unificar las pasarelas

La polémica está servida. La inesperada visita, el lunes, del secretario de Estado para el Comercio y el Turismo, Juan Costa, a la Pasarela Gaudí, ha desatado una verdadera crisis. El director de Moda Barcelona, Paco Flaqué, fue avisado de la visita minutos antes. Esta circunstancia, junto a la convocatoria unilateral por parte de Costa de convocar a la prensa y el hecho de que la negociación entre los representantes profesionales de la moda de Madrid y Barcelona sea aún incipiente, influyó de forma negativa en el ambiente habitualmente relajado de la pasarela. Sobre la posible unificación de Cibeles y Gaudí en una sola pasarela, Flaqué se mostró contundente en su idea de mantener toda la actividad de Gaudí, incluso ampliarla a partir de septiembre en lo que será "un nuevo y verdadero boom para toda la moda española", dijo.

La llegada de Juan Costa realizada anteayer al Salón Gaudí en Barcelona ha elevado la temperatura de los rumores sobre el destino de la ansiada Pasarela Internacional y ha dejado una atmósfera de malestar entre los organizadores de la feria catalana. Costa hizo preceder su desplazamiento a la capital catalana de un escueto comunicado por fax en el que informaba de su visita a los medios de comunicación y convocaba por su cuenta a la prensa en la Pasarela Gaudí.

El director de Moda Barcelona, Paco Flaqué, respondió a mediodía de ayer con otra rueda informativa en la que se refirió al modo de proceder del secretario de Estado en estos términos: "Cuando invito a alguien a mi casa, me gusta que me diga si va a venir o no. Cada vez que tengo un Gaudí, viene el señor Costa a darnos una conferencia. Yo me enteré 10 minutos antes de su visita, y gracias a los medios de comunicación".

"El Gobierno no pinta nada en el salón Gaudí", continuó, "no tiene fuerza legal para cerrar una pasarela que no financia y no ha creado, porque todo lo financian la Fira de Barcelona, la Generalitat y el Ayuntamiento de la capital catalana".

"Cansados de perder"

"En Barcelona estamos cansados de perder cosas y Gaudí será defendido a capa y espada. Somos una ciudad cultural y comprometida con el arte, el canto, en fin... estamos en una democracia", insistió Flaqué.

Sin embargo, el director de Moda Barcelona no cerró la puerta a una pasarela internacional compatible con otros salones como el Gaudí y la Pasarela Cibeles. De hecho, según diversas fuentes, las conversaciones entre modistos catalanes y madrileños, iniciadas el pasado jueves, parecen encaminarse hacia la idea de mantener la independencia de los dos salones, aunque no se descarta la organización de un tercer evento.

Paco Flaqué concluyó su intervención con el anuncio por sorpresa de un nuevo proyecto para el mes de septiembre: "Nada de cortar las alas a nadie. Gaudí, a partir de septiembre, será una apuesta total de ayuda a los nuevos talentos, a los jóvenes diseñadores. Todos necesitamos savia nueva: gallegos, madrileños, valencianos y barceloneses, todos. Será un verdadero boom para toda la moda española".

A pesar de que Costa había afirmado el lunes que "no hay que plantear las cosas en términos de confrontación" a la hora de buscar una fusión de los dos salones de la moda española, Gaudí y Cibeles, la polémica sobre la capitalidad de la moda española está servida, sobre el telón de fondo de la pérdida de influencia de Barcelona con respecto a Madrid. Ayer la polémica subió visiblemente de tono y traspasó el ámbito profesional para alcanzar de lleno a la política.

Tres líderes de la izquierda catalana presenciaron por la tarde el desfile de modelos del diseñador Armand Basi: el presidente del Partit dels Socialistes, Pasqual Maragall; el alcalde de Barcelona, Joan Clos, y el líder de Esquerra Republicana, Josep Lluís Carod Rovira. Los tres quisieron subrayar con su presencia su apoyo a Paco Flaqué y a un salón que viene celebrándose en la capital catalana desde hace más de 30 años. Y los tres coincidieron en la capacidad de Barcelona para convertirse en uno de los referentes europeos de la moda. "Barcelona tiene el diseño, los diseñadores, la industria y las herramientas para ser una gran capital europea de la moda", manifestó Joan Clos, que ya el lunes había asistido a otro de los desfiles.

Por su parte, Pasqual Maragall destacó que "la moda se asocia más al nombre de las ciudades que al de los países" y que Barcelona posee una tradición de diseño e industria textil suficiente para mantener un nivel de prestigio en el panorama internacional.

En parecidos términos abundó el republicano Josep Lluís Carod Rovira, el cual subrayó el "buen momento de la moda catalana" y la necesidad de que "la Pasarela Gaudí pierda complejos respecto a la de Cibeles".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 6 de febrero de 2002