Al menos 16 muertos y más de un centenar de heridos causó anoche un palestino suicida que se hizo saltar por los aires en un hotel de la ciudad costera israelí de Netania, al norte de Tel Aviv. Tanto las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa como Hamás se responsabilizaron del atentado suicida, que acaba con cualquier esperanza de que el mediador estadounidense, Anthony Zinni, logre una tregua entre israelíes y palestinos. "Este atentado tendrá consecuencias contundentes para la Autoridad Palestina", aseguraron fuentes israelíes.
MÁS INFORMACIÓN
- Un atentado suicida en un centro comercial de Haifa deja al menos 16 muertos
- Tema:: 50 años de lucha
- Entrevista digital:: Charla con Sami Naïr
- Cartas:: La opinión de los lectores
- El Ejército israelí halla explosivos en una ambulancia palestina
- La desunión árabe y la retirada palestina sitúan la cumbre de Beirut al borde del fracaso
- 'No perdamos el tiempo, no habrá negociación'
- Por qué no es inútil la cumbre
- Aznar expresa ante la Liga Árabe el pleno respaldo de la UE al plan de paz saudí
- 'La paz es también una necesidad para los israelíes'
- Dos observadores europeos mueren tiroteados en una emboscada en Hebrón
- El veto libanés al mensaje de Arafat lastra la primera jornada de la cumbre árabe
- Al menos tres muertos en un atentado suicida en un supermercado de Jerusalén
"Esta matanza demuestra que los palestinos no tienen ninguna intención de llegar a un alto el fuego y no quieren poner fin a la campaña de terror que desde hace 19 meses libran contra Israel", declaró un responsable del Gobierno. El golpe se produce justo horas después de que el presidente norteamericano, George W. Bush, asegurara que las conversaciones entre israelíes y palestinos, que coordina el general Anthony Zinni, iban por buen camino.
El atacante, identificado por Hamás como Abdel Baset Odeh,originario de la ciudad cisjordana de Tulkarem, entró en un comedor del hotel Park, donde numerosas personas participaban en un servicio religioso previo a la cena de la Pascua judía, e hizo estallar el artefacto que llevaba encima. La sala se llenó de gritos, mientras los menos afectados trataban de ayudar a los heridos. La onda expansiva alcanzó a varios coches aparcados a la puerta del hotel.
"Entré en el comedor para sentarme y de pronto oí la explosión. Busqué a mi familia y, gracias a Dios, todos estaban bien", declaró un testigo que no quiso dar su nombre. "Estaba ahí, de pie, y de pronto todas las ventanas volaron. Es una catástrofe", dijo el jefe de camareros del hotel, que se identificó como Maxim. Parte del techo del comedor se vino abajo y amasijos de hierros se apilaron sobre mesas y sillas destruidas. Sólo una mesa y sus correspondientes sillas quedaron en pie.
Se trata del atentado más grave desde que, el 21 de junio pasado, un suicida palestino hiciera estallar una bomba en la puerta de una discoteca de Tel Aviv. En aquella ocasión se produjeron 21 muertos, la mayoría inmigrantes rusos, además del kamikaze palestino.
Netania, una ciudad costera muy próxima a la localidad cisjordana de Tulkarem, ha sido objeto de varios atentados desde el inicio de la segunda Intifada en septiembre del año 2000. El último de ellos se produjo el pasado día 9, cuando dos palestinos abrieron fuego contra la gente que se encontraba paseando en la zona de los hoteles. Dos israelíes (uno de ellos, un bebé) resultaron muertos y varias docenas heridos.
"Ésta es una ciudad que puede ser alcanzada desde muchos sitios", manifestó la alcaldesa de Netania, Miram Feyerberg, todavía incrédula. En su opinión, resulta imposible prevenir este tipo de atentados.
Desde la llegada de Zinni a la zona el pasado día 14, el primer ministro israelí había dado muestras de contención. A pesar de su habitual política de represalias, Ariel Sharon había dejado pasar los dos atentados suicidas cometidos la semana pasada dentro de Israel y que costaron la vida a 10 de sus ciudadanos. Sin embargo, tras un par de ataques a colonos ocurridos el último domingo en Cisjordania, fuentes gubernamentales habían hecho saber que su paciencia se estaba agotando.
El hecho de que las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa sea uno de los dos grupos que se ha responsabilizado del atentado de ayer complica aún más las cosas. A pesar de que el líder palestino, Yasir Arafat, condenó este tipo de acciones tras el ataque terrorista del pasado jueves, el Gobierno de Sharon está convencido de su responsabilidad.
"Todavía estamos trabajando para alcanzar un alto el fuego con el que estamos totalmente comprometidos, pero si los palestinos han elegido el camino del terrorismo... entonces tendremos que decidir qué medidas tomar", declaró Raanan Gissin, un consejero del primer ministro. "Esto exige que reevaluemos toda nuestra política", afirmó Gissin.
El atentado ha coincidido con un reforzamiento de las medidas de seguridad con motivo de la celebración de la Pascua judía que se iniciaba anoche. Los judíos conmemoran en esta fecha el éxodo de Egipto. El propio enviado norteamericano se disponía a celebrar la tradicional cena en casa de Shalom Lipner, un asesor de política exterior de Sharon nacido en Canadá y con quien viene trabajando muy estrechamente desde que inició su misión el año pasado.
[Por otra parte, el activista palestino Saíd Abu Ros murió ayer a causa de una explosión mientras manipulaba dinamita en el campo de refugiados de El Ein, en Cisjordania. Otro palestino resultó muerto en el mismo incidente, según fuentes palestinas, informa Efe.]
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 28 de marzo de 2002