Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

Zaplana repetirá como candidato en Valencia y señala a Francisco Camps como su sucesor

en Valencia y señala a Francisco Camps como su sucesor Aznar nombra hoy al vicepresidente del Congreso delegado del Gobierno en esa comunidad

El presidente de la Generalitat valenciana, Eduardo Zaplana, repetirá como candidato a ese cargo, por tercera vez consecutiva, en las elecciones autonómicas de mayo de 2003. Zaplana almorzó ayer en Valencia con el secretario general del PP, Javier Arenas. En la charla barajaron hipótesis de futuro para cuando el actual presidente valenciano deje esa responsabilidad. Todo el PP coincide en interpretar que el nombramiento hoy del vicepresidente primero del Congreso, Francisco Camps, como delegado del Gobierno en esa región le señala como sucesor de Zaplana.

Las piezas del rompecabezas que está montando el PP para las próximas autonómicas y municipales de mayo de 2003 empiezan a encajar. El deseo de José María Aznar y la dirección nacional del PP de que sus principales barones y presidentes autonómicos en ejercicio repitan candidatura salvó ayer el único escollo serio que se había encontrado en las reticencias de Zaplana para continuar un tercer mandato seguido en la Comunidad Valenciana. Zaplana, como hizo en su día el madrileño Alberto Ruiz-Gallardón siguiendo la estela del propio Aznar, también se comprometió en las últimas elecciones a no presentarse a la reelección.

Arenas regresó de su viaje relámpago a la Comunidad Valenciana satisfecho y con dos certidumbres. Por un lado se aseguró, con la repetición de Zaplana, de que no se pondrá en peligro, a su juicio, una nueva mayoría absoluta en una de las principales comunidades autónomas. La otra seguridad, que comparte desde ayer todo el PP, es que Zaplana ha designado también a su sucesor para un futuro no muy lejano en la persona de Francisco Camps Ortiz, actual vicepresidente primero del Congreso.

Nadie cuestiona en el Gobierno y en el PP que Zaplana quiere hacer carrera política en Madrid, pero ese eslabón tendrá que posponerse al menos hasta que pase su examen en las urnas valencianas en 2003. Aznar le había transmitido a Zaplana hace casi un año a través de Arenas su deseo de que se presentase una tercera vez en esa región.

Incorporación al Gobierno

Aunque nadie le prometió nada a cambio, como tampoco se hizo en su día con Ruiz-Gallardón, sí quedó sobreentendido el compromiso de que sería más tarde compensado con su incorporación al Gobierno central. El PP sí quiere, en todo caso, que en esas comunidades se aproveche para resolver en este periodo el camino de la sucesión de dirigentes con proyección nacional. En su momento, Ruiz-Gallardón respondió afirmativamente con rapidez pero Zaplana se dejó querer más tiempo, a la espera de un gesto personal de Aznar.

Zaplana, que el miércoles cumplió 46 años, sí comenzó el trabajo de preparar su sucesión hace tiempo y ayer encaró su solución. El presidente valenciano parece haberse decantado por Camps, que también es valorado por Aznar y que en agosto cumplirá 40 años.

Resuelta la incógnita del relevo, quedaba por decidir cómo planificar el cambio. El verano pasado, la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Carmen Mas, padeció una grave enfermedad que le ha aconsejado dejar la política.

El cargo de delegado del Gobierno conlleva una importancia presencia pública y la dirección de las Fuerzas de Seguridad, que en el caso de Valencia están teniendo que afrontar un fuerte crecimiento de la delincuencia. Por todo ello, el PP quería un político de peso para la Delegación del Gobierno.

Dirigentes del PP elogiaron ayer en Madrid y en Valencia la incorporación de Camps a ese ese cargo, para retornar a la política valenciana y prepararse para número tres de la lista en las elecciones autonómicas de 2003, tras Zaplana y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá.

El anuncio del nombramiento de Francisco Camps como nuevo delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, que efectuará hoy el Consejo de Ministros, sorprendió a la inmensa mayoría de cargos públicos y orgánicos del PP valenciano. Camps ocupa la vicepresidencia primera del Congreso de los Diputados y fue elevado a una secretaría ejecutiva de la dirección nacional del partido en el congreso nacional celebrado a finales del pasado enero. Ahora, renunciará a ambos puestos para enfrentarse a un panorama del que forman parte la quema de vehículos estacionados en vías públicas, la presencia de inmigrantes pendientes de regularización y el aumento, en general, de la delincuencia.

El número de delitos cometidos en la Comunidad Valenciana ha crecido de manera sostenida desde 1996, según datos facilitados por el Ministerio del Interior el pasado mes de febrero. Las denuncias de delitos han pasado de 122.456, en 1996, a 132.062, en 2001. Y las faltas también se han multiplicado: en 1996 fueron contabilizadas 77.523, y en 2001, 112.847. Un alarmante indicador del notable aumento de la delincuencia registrado en la Comunidad Valenciana fue revelado esta misma semana, cuando la Secretaría de Estado para la Seguridad admitió en una respuesta parlamentaria que una de cada tres familias de Castellón fue víctima de un delito durante 2001.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de abril de 2002