La Marina francesa interceptó ayer a cañonazos el buque civil de matrícula camboyana Winner, que se dirigía hacia Cabo Verde con un gran cargamento de cocaína a bordo. El buque de guerra Lieutenant de Vaisse Lehenaff recibió una autorización directa del primer ministro francés, Jean-Pierre Raffarin, para hacer dos disparos de advertencia y, finalmente, otro directamente al carguero con un cañón de 20 milímetros. Resultó herido un tripulante español del barco de la droga.
Treinta miembros del Comando Jaubert, un grupo de élite de la Armada francesa, abordaron ayer el carguero sospechoso de transportar cocaína en pleno océano Atlántico, a unos 1.000 kilómetros al oeste de las islas Canarias. El abordaje se produjo tras una espectacular persecución, en la cual una fragata francesa disparó directamente contra el navío después de que éste desobedeciera otros dos tiros de advertencia.
La detención ha sido fruto de "una colaboración entre los servicios de información antidroga de Francia, Estados Unidos, Grecia y España", que necesitó de la intervención final de las Fuerzas Armadas francesas, precisó la oficina del primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, que autorizó personalmente la realización de los disparos directos contra el navío sospechoso. Este procedimiento no se ha usado en los cinco últimos abordajes efectuados en el Atlántico de barcos cargados de droga, todos realizados por los GEO españoles en lanchas neumáticas sin disparar un tiro.España, no obstante, negó anoche haber participado en la operación de asalto, aunque sí en las investigaciones iniciales sobre los movimientos de la droga colombiana.
Fragatas y aviones
La operación comenzó hace una semana y en ella han intervenido más de 200 militares. Además de los 90 tripulantes de la fragata y del grupo de comandos especiales, participaron dos aviones y se preparó una segunda fragata de reserva, con base en Dakar (Senegal), aunque ésta de momento no ha intervenido. Toda la operación ha sido coordinada por el almirantazgo de Brest (Bretaña), el puerto al que será conducido el navío sospechoso, por medios propios si puede navegar o remolcado por otra unidad de la Armada francesa, en un desplazamiento que requerirá al menos una semana.
El buque había sido seguido vía satélite por la DEA, el departamento de narcóticos de Estados Unidos, desde su salida de Antillas hasta las proximidades de Cabo Verde. En dicha isla atlántica esperaban varios navíos más pequeños en los que iba a ser transbordada la droga.
Tras su avistamiento el martes, el navío fue seguido desde el aire por los aviones hasta ayer, en que se le acercó la fragata para detenerle. "Primero se le dieron órdenes por radio", detalló a este periódico el capitán de corbeta Jean-François Figue, del Estado Mayor, que está al cargo de la intervención, "y como no obedecía, hubo un primer tiro de advertencia al aire, y después otro delante de la proa del navío, como manda el procedimiento. Durante la operación, nuestras fuerzas observaron que la tripulación lanzaba parte de la carga al agua. Como no se detenía, el primer ministro autorizó el disparo sobre el navío. Se utilizó munición de 20 milímetros, esto hace poco daño, era sólo para que se parasen de una vez".
Uno de los tripulantes del Winner, de nacionalidad española, resultó herido en una pierna durante la operación. Los narcotraficantes tuvieron tiempo suficiente para arrojar al mar la mayor parte de la cocaína que transportaban.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 14 de junio de 2002