Sólo tres personas se encuentran detenidas en Venezuela como consecuencia de los tiroteos que causaron la muerte a 18 personas y heridas a más de 180 durante la protesta, y el intento de golpe de Estado que el pasado 11 de abril provocó la salida temporal de Hugo Chávez de la presidencia venezolana, según un memorándum de la organización internacional Human Rights Watch (HRW), que asegura que la democracia sigue en peligro entre el país a pesar del fracaso del golpe. 'La situación política está sumamente polarizada, sin que ni Chávez ni la oposición den muestras de estar dispuestos a llegar a un acuerdo o negociar seriamente una salida a la crisis política', señala el documento, y añade: 'La posibilidad de agitaciones violentas, incluido un intento de golpe, es real'.
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HRW destaca, además, que muchos militares ocupan cargos del Gobierno y pide a Chávez que los aparte y someta al Ejército al control civil.
La organización responsabiliza tanto al Gobierno como a la oposición de los sangrientos sucesos de abril, y advierte de que no todo es legítimo para desplazar a Chávez del poder. 'Nos preocupa seriamente que los líderes de la oposición continúen buscando una salida no constitucional a la crisis política', señala el documento de HRW, que explica cómo ésta se sigue negando a calificar de golpe de Estado la intentona contra Chávez. 'Los líderes de la oposición siguen insistiendo en que Chávez deje el poder antes de que acabe su mandato, y a algunos parece preocuparles muy poco la legalidad del mecanismo que permitiría su salida del poder', añade.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 12 de julio de 2002