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Un atentado causa siete muertos en la Universidad Hebrea de Jerusalén

Arafat condena la acción, reivindicada por Hamás en respuesta al asesinato de su jefe militar

Un potente artefacto hizo explosión ayer dentro de una cafetería de la Universidad Hebrea de Jerusalén causando 7 muertos y casi un centenar de heridos. El presidente palestino, Yasir Arafat, condenaba el atentado mediante un comunicado oficial. La autoría fue reclamada por el movimiento islámico Hamás, que lo justificó como venganza por el reciente asesinato del dirigente de su rama militar, Salá Shahada. Por primera vez desde el comienzo de la Intifada hace más de 22 meses, una universidad israelí, en la que también estudian árabes, se convirtió en objetivo de los terroristas.

Según las hipótesis policiales, los atacantes introdujeron una bomba en el recinto y la depositaron posteriormente en la cafetería del edificio Frank Sinatra, la más concurrida del campus del Monte Scopus de la Universidad Hebrea de Jerusalén.

El artefacto hizo explosión poco después del mediodía, matando a siete personas, entre ellas 2 ciudadanos israelíes -un hombre de 29 años y una mujer de 53 años- y cinco extranjeros de diferentes nacionalidades, entre ellos una estadounidense y un francés. Asimismo, resultaron heridos de diversa consideración 86 personas, 14 de ellas de gravedad.

Todos los cristales de la cafetería saltaron por los aires, las placas del techo se desplomaron y la barra se hizo añicos como consecuencia de la deflagración. Decenas de ambulancias llegaron desde los diferentes hospitales de la ciudad. Los servicios sanitarios montaron una estación de emergencia en la entrada del edificio Sherman, en el que está alojada la administración de la Universidad. Unos en camilla, algunos en brazos y otros por su propio pie, los heridos fueron evacuados sistemáticamente.

Mientras, las fuerzas de seguridad acordonaron el campus y detuvieron a decenas de estudiantes y personal de servicios de origen árabe. Si en esta ocasión no se trataba de un suicida, los responsables podían encontrarse todavía dentro del recinto. Una vez que los servicios sanitarios y de limpieza terminaron su trabajo, los de seguridad siguieron interrogando a los presuntos sospechosos.

El ministro de Seguridad Pública, Uzi Landau, se personó en el lugar de los hechos y restó importancia al método empleado. "Hemos sufrido ataques de todo tipo: terroristas suicidas, coches-bomba, con fusiles de asalto M-16 y otros, como éste, en los que simplemente han dejado una bomba y han huido", señaló Landau, quien añadió también que "lo importante es que la gente se de cuenta de que estamos en guerra".

Ejemplo de coexistencia

Por el contrario, en un comunicado, la Universidad se definió como un ejemplo de coexistencia entre israelíes y palestinos.

"Perpetrando un masacre en un campus universitario, los palestinos han subido un nuevo escalón en su barbarie", declaró el alto funcionario israelí Gideon Meir.

Por su parte, la Autoridad Palestina (AP), emitió una nota oficial condenando firmemente el atentado, aunque también calificó al primer ministro israelí, Ariel Sharón, de ser "responsable de este nuevo ciclo de terror". Jatem Abdel Jader, reconocido jurista palestino y diputado del Consejo Legislativo (parlamento interino de la AP), puntualizó que "la responsabilidad recae en el Gobierno israelí, debido al asesinato de Salá Shahada".

Yasir Arafat, a través de un comunicado, condenó también el atentado: "Este ataque va contra todos los valores humanos y morales de nuestro pueblo", dijo. Además, el líder palestino admitió que el atentado causará "un grave daño a la imagen" del pueblo palestino.

Lejos de dejarse intimidar por las amenazas de Hamás, el titular israelí de Defensa, Benjamín Ben Eliécer, autorizó al nuevo jefe del Estado Mayor del Ejército, Moshe Ya´alon, para que lance una operación en represalia por lo ocurrido. Según los analistas militares, esta operación podría ser inminente.

A la espera de una respuesta militar, el Gabinete de Seguridad ordenó anoche la expulsión de un pariente de uno de los terroristas que realizaron la reciente emboscada contra un autobús de línea frente al asentamiento Enmanuel, en el norte de Cisjordania, que causó la muerte a nueve israelíes, la mayoría de ellos colonos ultraortodoxos.

"Pagaremos con la misma moneda"

El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) difundió un comunicado a través del canal de televisión por satélite qatarí Al Yazira, en el que aseguró que este atentado es uno de la serie de 10 "respuestas que van a durar más tiempo y van a enseñar una lección a los israelíes".

El comunicado de Hamás hacía indirectamente referencia a la reciente ejecución del dirigente de su brazo armado, Salá Shahada, que causó además la muerte a otros 15 civiles, entre ellos 10 niños.

"Si los israelíes atacan a civiles palestinos, nosotros atacaremos a sus civiles, les pagaremos con la misma moneda", dijo en Gaza el jeque Ahmed Yasín, líder esperitual de Hamás.

Al menos 5.000 militantes y simpatizantes del movimiento salieron a las calles de la ciudad de Gaza con banderas verdes para manifestar su apoyo al atentado que vengaba a las víctimas del ataque efectuado con un cazabombardero F-16 contra la vivienda en la que se escondía Shahada con su familia.

Hamás advirtió de que matará a 100 israelíes en venganza por la muerte de Shahada.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de agosto de 2002

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