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La huelga de celo de los controladores provoca retrasos generalizados en los aeropuertos

Iberia traslada en taxi a 150 pasajeros desde Málaga hasta Barcelona tras cancelar un vuelo

La mayoría de los aeropuertos españoles sufrieron ayer graves retrasos debido a la huelga de celo de los controladores aéreos, que se niegan a hacer horas extra mientras AENA no atienda sus exigencias sobre el convenio colectivo. El más afectado fue el de Málaga, con retrasos medios de hora y media. Pero no fue el único. Las demoras medias en los de Palma de Mallorca, Melilla o Alicante (el segundo más afectado), por ejemplo, se situaron entre los 45 y los 30 minutos en un día punta en el tráfico aéreo, debido al final del puente del 15 de agosto.

Durante toda la jornada se produjo una guerra de cifras entre los controladores y AENA, que sólo reconocía retrasos significativos en Málaga. Sin embargo, en Melilla los controladores hablaban de dos horas de media. En Sevilla, de dos horas y media en algunos casos, y 73 minutos de media en Alicante y 28 en Mallorca. AENA destacaba que Madrid el retraso medio era de ocho minutos y 13 en Barcelona.

La peor parte se la llevaron los 150 pasajeros del vuelo Iberia 1243 Málaga-Barcelona. Tenían que haber embarcado el sábado a las 18.00, pero después de pasar ocho horas varados en el aeropuerto de Málaga, Iberia los embarcó en taxi (a un precio de unos 800 euros el trayecto) para llevarlos hasta Barcelona en lo que podría llamarse un vuelo rasante de 10 horas. Total, 18 horas de viaje en lugar de una y cuarto.

Los viajeros explicaron ayer a su llegada a Barcelona que su salida estaba prevista para las 18.00 del sábado, pero durante la tarde Iberia les comunicó que saldría con una hora de retraso. Luego que sería a las 21.00, que quedaba para las 22.30 y, finalmente, que para medianoche.

Los pasajeros se dirigieron a las oficinas de Iberia, donde se les comunicó la cancelación del vuelo y la sustitución por un servicio de autocares. Pero éstos tampoco llegaron. A las dos de la mañana, Iberia les ofreció la solución del taxi: la misma compañía les abonaría el coste del viaje y, además, les devolvería el importe del billete de avión. Los afectados, excepto un pasajero diabético y algunas personas mayores, llegaron finalmente al aeropuerto de Barcelona.

Las sorpresas no habían acabado. Los empleados de Iberia en Barcelona abonaron 800 euros por la carrera a los taxistas de Málaga, además del coste de los peajes, pero no devolvieron el importe del billete a los pasajeros. Un portavoz de Iberia aseguró ayer que el importe del billete "será devuelto a los pasajeros por el trámite habitual".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 19 de agosto de 2002