Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
GUERRA EN IRAK | Turquía y el frente del norte

1.500 soldados turcos entran en el Kurdistán iraquí para crear una zona de seguridad

Los aviones de EE UU sobrevuelan Turquía

Pasada la medianoche de ayer, fuentes militares turcas anunciaron la entrada de sus tropas en el Kurdistán iraquí. Se trata de una vanguardia formada por 1.500 hombres que atravesó el paso de Cukurca. El movimiento de tropas se produjo poco después de que el ministro turco de Exteriores, Abdulah Ghul, confirmó su intención de despachar tropas al norte de Irak para defender sus "intereses nacionales" y crear allí una zona tampón. Ghul dejó entender en Ankara que su país cuenta con luz verde norteamericana.

Sin embargo, Washington, a través de Colin Powell, negó la existencia de ningún acuerdo al respecto. "No vemos ninguna necesidad de que las tropas turcas entren en el norte de Irak", declaró en Washington Powell, que había discutido directamente con el primer ministro turco, el islamista moderado Erdogan. EE UU teme que una intervención turca en el norte de Irak culmine en choques con las milicias kurdas que apadrina la superpotencia.

"Las unidades desplegadas tienen como misión asegurar la entrada de nuevas tropas", reconoció una fuente militar turca que no quiso dar detalles sobre el calendario del despliegue.

Para los kurdos iraquíes, si hay algo peor que Sadam Husein es Turquía. Y viceversa: en Turquía provoca gran angustia la posibilidad de que los kurdos del norte de Irak se hagan con las riquezas petroleras de Mosul y Kirkuk, proclamen su independencia y sirvan de ejemplo y de base de operaciones para los aplastados kurdos de Turquía.

EE UU no quiere que un duelo entre los turcos y los kurdos iraquíes arruine su guerra. Días atrás, George W. Bush, Dick Cheney y Powell amenazaron a Erdogan con "enfrentamientos armados" con las tropas estadounidenses si las turcas entraban "unilateralmente" en Irak. Empieza a dibujarse el espectro de serios problemas entre EE UU y uno de sus más estrechos aliados en el seno de la OTAN.

Así lo expresó el columnista Burak Bekdil en el Turkish Daily News: "Lo que hubiera sonado como la broma del siglo hace apenas un año, es hoy una posibilidad, aunque distante: un conflicto armado entre Turquía y EE UU en el norte de Irak".

Esta polémica retrasó durante 20 horas la apertura del espacio aéreo turco a los aviones de guerra norteamericanos, que había sido aprobada por el Parlamento el jueves y que es la única colaboración turca con la campaña de Bush. Anoche, tras una jornada de ásperas discusiones, Turquía abrió finalmente su cielo a esos aviones de guerra. Según fuentes militares turcas, Ankara autorizó el uso de dos pasillos aéreos. El Pentágono informó que esos pasillos fueron utilizados y que aviones norteamericanos ya atravesaron anoche Turquía para bombardear ciudades del norte de Irak.

Para llegar a ese punto fueron precisas largas y tensas negociaciones. En la noche del jueves al viernes, el Gobierno de Erdogan, apoyado en este asunto por los militares, se negó a materializar de inmediato el permiso de sobrevuelo que acababa de conceder el Parlamento. Para sorpresa de Washington, aviones de guerra salidos de portaviones situados en el Mediterráneo tuvieron que regresar cuando Turquía les negó el tránsito.

Turquía hizo saber que no estaba dispuesta a aceptar que EE UU despachara todos los aviones que quisiera, cuando quisiera y como quisiera. Exigió recibir información previa de cada vuelo: su origen, su trayectoria, su carga y su misión. EE UU consideró exorbitantes esas demandas. Además, Turquía precisó que, antes de abrir su espacio aéreo, quería que la superpotencia le diera manos libres para que miles de sus soldados entren en el norte de Irak e impidan el nacimiento de un Estado kurdo.

El incremento de la tensión entre Washington y Ankara provocó una caída del 7% en los mercados financieros turcos y una nueva depreciación de la lira turca.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 22 de marzo de 2003