Ernesto Che Guevara, en la cafetería California
TRAS LAS HUELLAS DEL CHE EN MADRID
La cámara no puede moverse, la cámara no puede moverse". Un único pensamiento martirizaba al fotógrafo César Lucas la madrugada del 13 al 14 de junio de 1959: no podía temblarle el pulso. Al amanecer había quedado con el revolucionario Ernesto Che Guevara (Rosario, Argentina, 1928-Higueras, Bolivia, 1967) en el hotel Plaza de Madrid y pasarían unas horas juntos. Lucas tenía 18 años y llevaba unos meses trabajando para la agencia Europa Press. "No tenía apenas experiencia y lo recuerdo como angustioso", dice.