El ministro de Defensa, Federico Trillo, compareció ayer para pedir "a todos los ciudadanos de bien la máxima solidaridad con estos servidores del Estado y con sus compañeros", en referencia a los siete agentes del servicio secreto español que perdieron la vida en una brutal emboscada en Irak. El ministro, vestido con traje oscuro y corbata negra en señal de luto, dio el pésame a las familias de las víctimas. Trillo tenía previsto viajar anoche a Irak, acompañado del director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Jorge Dezcallar, para ocuparse de la repatriación de los cadáveres, que Defensa espera llevar a cabo mañana. Por su parte, el secretario general del PP, Mariano Rajoy, reafirmó el compromiso de España para que "millones de iraquíes no queden a su suerte".
"Lamento tener que informar una vez más de que el terrorismo ha atacado a un grupo de españoles que trabajaban por la paz y la seguridad en Irak". Con estas palabras inició Trillo una breve declaración institucional en la sede del Ministerio de Defensa en Madrid ante un nutrido grupo de periodistas, que no tuvieron la posibilidad de preguntar al ministro. Tras informar de que "el Gobierno ha transmitido a las familias y a todos los miembros del CNI su pésame y solidaridad", Trillo proporcionó una serie de datos sobre la emboscada.
El ministro confirmó que se trataba de un ataque contra dos vehículos civiles en los que viajaban ocho agentes del CNI, pero sólo ofreció la identidad del único superviviente, José Manuel Sánchez Riera, que resultó herido leve.
El atentado tuvo lugar a las 15.45 (13.45, hora peninsular). Tras almorzar en la capital iraquí, los ocho agentes emprendieron camino hacia el sur para proceder al reconocimiento de la zona. Trillo indicó que cuatro de ellos iban a regresar a España y los otros cuatro iban a quedarse en el país.
Los siete cadáveres fueron trasladados al tanatorio del aeropuerto internacional de Bagdad para proceder a los trámites forenses de identificación. Mientras tanto, José Manuel Sánchez Riera fue trasladado a la base de Saint Michael, en Manuiya, donde anoche estaba siendo sometido a observación.
El secretario general del PP, Mariano Rajoy, expresó su repulsa por "el asesinato de siete compatriotas" y reafirmó el compromiso de España para que "millones de iraquíes no queden a su suerte", informa Efe. En una comparecencia en la sede nacional del PP, Rajoy subrayó que los siete agentes del CNI eran "servidores públicos que velaban por la seguridad, estabilidad y paz del pueblo iraquí". El secretario general del Partido Popular insistió en que este ataque no debilitará el compromiso español con "la paz en Irak y en Oriente Medio", ni hará que España desista en su labor en la zona. El rey Juan Carlos I expresó su más profundo dolor por la muerte de los siete agentes, informa Efe. El monarca pidió a Trillo y a Dezcallar que transmitieran a las familias de las víctimas y a los agentes del CNI su pesar por lo acontecido.
A su vez, el portavoz del Grupo Vasco en el Congreso, Iñaki Anasagasti, y el coordinador general de Izquierda Unida (IU), Gaspar Llamazares, pidieron la dimisión del ministro de Defensa, Federico Trillo, tras el ataque a las tropas españolas ayer en Irak, informa Efe. Anasagasti declaró que Trillo está obligado a dimitir porque es "un personaje patético", y las tropas españolas deben retornar "inmediatamente" a nuestro país.
Dimisión
Anasagasti mostró la solidaridad del Partido Nacionalista Vasco con los familiares de las víctimas y afirmó que el principal responsable de lo acaecido ha sido el presidente del Gobierno "por la locura que ha supuesto enviar a unos soldados a una muerte segura sin ningún debate en el Parlamento". Anasagasti señaló que seguramente no dimita y siga sin responsabilizarse de nada, "como ya hizo con el Yak-42 o con el abastecimiento de los B-52 por encima de Bilbao y Zaragoza".
Llamazares exigió también el regreso de todas las tropas españolas en Irak, reclamó la dimisión de Trillo y responsabilizó al Gobierno por "el desastre al que nos ha abocado".
El portavoz de CiU en el Congreso, Xavier Trias, consideró, sin embargo, que "sería ilógico" que el Gobierno del PP se replanteara la presencia de contingentes españoles en Irak. "Cuando se toma una decisión de este tipo, uno sabe que asume situaciones de alto riesgo y que estas cosas pueden ocurrir".
El presidente andaluz, Manuel Chaves, expresó ayer su condena "con toda energía" al ataque registrado en Irak contra objetivos españoles y transmitió, "en nombre de todos los andaluces, su solidaridad y apoyo a las Fuerzas Armadas".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 30 de noviembre de 2003