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Suiza detectó fallos en los motores y mandos de los aviones de Flash Airlines

La compañía egipcia de vuelos chárter Flash Airlines, propietaria del Boeing 737 que se estrelló el sábado en el mar Rojo, está en el ojo del huracán. La aviación civil suiza confirmó ayer que los aparatos de Flash Airlines tenían prohibido sobrevolar territorio helvético desde octubre del 2002 "por razones estrictamente técnicas de seguridad aérea". Detectaron fallos en los motores, los mandos y del tren de aterrizaje de los dos Boeing de Flash Airlines inspeccionados en abril y octubre de 2002.

El sistema para medir el queroseno en el depósito no estaba en regla, faltaban algunos documentos de navegación, los equipos de seguridad estaban obsoletos y no funcionaba la señalización de las salidas de socorro, precisó ayer la Oficina Federal de Aviación Civil en rueda de prensa después de que tanto el ministro egipcio de Aviación Civil, Ahmed Chafiq, como el propietario de esa compañía negaran las acusaciones suizas.

Medhat Nassar, director técnico de Flash Airlines, dijo que "el Boeing accidentado era un aparato regularmente revisado y al que se había cambiado un motor en marzo de 2003", mientras el propietario de la compañía, Mohamed Nour, aseguró que su "avión era 100% seguro" y que la catástrofe "en ningún caso podía vincularse a un defecto de funcionamiento". En el accidente murieron 148 personas, 133 de francesas.

La aviación civil francesa había realizado tres controles de aviones de Flash Airlines desde octubre del 2002. "En dos de ellos no hubo nada que señalar y en el tercero los problemas eran de escasa importancia", dijo el ministro de Transportes, Pilles de Robien. Sin embargo, el director del aeropuerto de Angers, Gilles Darriau, recordaba con pavor un vuelo realizado un año antes en un aparato de Flash Airlines: "Hubo que efectuar una escala para repostar no prevista, llegamos con muchas horas de retraso, el interior del avión estaba sucio, faltaban cinturones de seguridad y algunos de los compartimentos que debían contener mascarillas de oxígeno estaban vacíos".

Ayer fue encontrado en el mar Rojo un trozo de la cabina, a 400 metros de profundidad, al tiempo que una organización islámica desconocida hasta ahora, Ansar el Haq (Partidarios de la Justicia), se atribuía la catástrofe aérea, transformándola en un atentado. El ministro de Exteriores francés, Dominique de Villepin, restó ayer credibilidad a la reivindicación al asegurar que "no parecía tener mucho fundamento".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 6 de enero de 2004