EL INFORME BUTLER
El espionaje británico cometió "graves fallos" al evaluar la información procedente de Irak sobre los arsenales de armas de destrucción masiva de Sadam Husein, pero no hubo mala fe ni en los servicios de espionaje ni en el uso que el Gobierno hizo de sus informes.
A pesar de la gravedad de las críticas del informe sobre la preparación de la guerra de Irak, Tony Blair se consideró ayer reivindicado porque lord Butler señala que "no hubo ningún intento deliberado del Gobierno de engañar" a la opinión pública y "no se puede culpar a ningún individuo, fue una operación colectiva".
EL FUTURO DE IRAK
Quinientos kilos de explosivos hicieron temblar ayer el centro de Bagdad. El suicida se llevó consigo 11 vidas y dejó 40 heridos, incluido un soldado estadounidense, en el atentado más sangriento desde el traspaso de soberanía. El coche bomba arremetió contra el principal puesto de control de la zona verde, donde decenas de personas esperaban para entrar a trabajar o para solicitar un empleo.
Los democratacristianos en el Gobierno italiano dieron ayer muestras de que están dispuestos a llevar su rebelión contra el primer ministro, Silvio Berlusconi, hasta el final y lograron la aprobación de una moción en el Senado que obligará a Berlusconi a cambiar a toda la dirección de la radiotelevisión pública (RAI) antes del 30 de septiembre.
El presidente francés, Jacques Chirac, dedicó ayer más de una hora de intervención televisada a proclamar la idea de que, en Francia, el que manda es él. Advirtió severamente al ministro de Economía, Nicolas Sarkozy, de que, si intenta hacer la guerra por su cuenta, le echará de la política, y confirmó que la Constitución europea será ratificada en referéndum.
Gobierno y oposición peruanos hicieron ayer un balance radicalmente opuesto sobre el seguimiento de la huelga general, convocada por los principales sindicatos, el partido mayoritario de la oposición, APRA, y otras fuerzas. "El paro ha fracasado", anunció a bombo y platillo el primer ministro, Carlos Ferrero, que aseguró que apenas un 2% de peruanos secundó la huelga.