"Soy madrileño", dice orgulloso Alfred Gradus desde Florida, donde se relaja unos días antes de regresar a Madrid a preparar el Día de Acción de Gracias. Este neoyorquino criado en Tejas llegó a España "hace muchísimo tiempo". Trabajó en las bases militares estadounidense -"Torrejón era como un pueblo americano, rodeo y béisbol incluido"- antes de montar su propio negocio, Alfredo's Barbacoa, una de las hamburgueserías más famosas de Madrid. Cuando habla de política, Alfredo puntúa todas sus frases con un "mucho cachondo".
Pregunta. ¿Usted va a votar?
Respuesta. No.
P. ¿Pero tiene preferencia por uno de los candidatos?
R. No, yo no me meto. De todas formas, tendré que conformarme con el que gane. Pero creo que no va a haber cambio, los republicanos van seguir y acabar los ocho años, que es el periodo normal de un partido en el poder. Si cambia ahora, en la situación en la que estamos, ¿qué hará el nuevo?
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P. ¿Qué opina de la campaña?
R. No entiendo nada de política, pero se nota que se mueven más que nunca. Estoy en Florida, un Estado muy importante. Esta semana estuvo Kerry y también Clinton. Ponen anuncios hasta en los taxis. Va a haber mucha participación, porque hay mucha propaganda. Mucho cachondo.
P. ¿Cuál es para usted el tema más importante de la campaña?
R. La guerra. Pero no sé qué se puede hacer. Los republicanos son tradicionalmente más duros. Hay que elegir entre el poli malo y el poli bueno, pero tal como está la cosa no sé qué es lo mejor.
P. ¿Siente antiamericanismo en España por la política de Bush?
R. No, en absoluto. Las relaciones entre España y EE UU hace muchos años que van muy bien. Basta con ver el número de empresas americanas que se instalan en España. Las empresas siempre van donde la cosa va bien.
P. ¿Qué paralelismo se puede trazar entre el 11-S y el 11-M?
R. Son los mismos que nos hicieron esto. Creo que algo tenemos que hacer para defendernos. ¿Cree que los malos van a ser mejor si uno es bueno? Hay que ser un poco malo a veces.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 1 de noviembre de 2004