Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
ARTUR MAS | Presidente de CiU | El futuro de Cataluña

"Cataluña necesita un presidente con autoridad"

Líderes políticos del PSC, CiU, ERC, PP de Cataluña e ICV reflexionan, el día después del referéndum del Estatuto de Cataluña, en torno a tres cuestiones: valoración del triunfo del (un 73,9%) teniendo en cuenta que ha tenido 14 puntos menos que el Estatuto de 1979 (88,1%); la inquietante abstención (10 puntos menos que en 1979) y las elecciones autonómicas anticipadas. Es éste prácticamente el único punto en que coinciden todos: el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, debe convocarlas inmediatamente y han de celebrarse cuanto antes. Todos se sienten ya en campaña electoral, y casi todos (excepto PP) están de acuerdo en que no se puede comparar la situación de 1979 con la de 2006.

1. El contexto político de 1979 no admite comparación con el actual. No se puede establecer paralelismos entre una situación de recuperación democrática y en la que se votaba un nuevo Estatut que permitía consolidar la superación de la dictadura en Cataluña con la realidad política actual. Llevamos casi 30 años de democracia y un desarrollo normal de las instituciones.El casi 75% de apoyo al texto sólo puede considerarse como una victoria inapelable y sin paliativos que deja en jaque político a los detractores del Estatuto.

2. Hubiera preferido una mejor participación. Pero no me parece de recibo utilizar la abstención como arma arrojadiza contra el Estatuto. Demuestra una falta de argumentos ante la aplastante derrota electoral de los partidarios del no. Hay que contemplar un factor estacional para interpretar la participación y sumarle y la pésima política de determinados partidos y líderes que han ocupado posiciones de Gobierno durante este proceso.

3. Son absolutamente necesarias. El presidente de la Generalitat debería anunciar la fecha de las elecciones mañana mismo. Después de que el gobierno tripartito saltase por los aires, víctima de sus errores, es la ciudadanía quien debe decidir. Un Gobierno fuerte debe aplicar el nuevo Estatuto, y con un presidente con autoridad y liderazgo para recuperar la credibilidad de Cataluña.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de junio de 2006