1. El triunfo del sí ha sido arrollador. Un 73,9 % de votos afirmativos es un éxito sin paliativos. En 1979 no había ninguna fuerza parlamentaria significativa que se opusiese al Estatuto. El nuevo Estatuto ha contado con el rechazo de la tercera fuerza del Parlamento catalán, ERC; y de la segunda fuerza política de España, el PP. A pesar de ello el resultado del no, 20,7%, es claramente inferior al 28% que el PP y ERC consiguieron en las pasadas elecciones al Parlament.
2. La participación se ha situado a pocas décimas del 50%. Este resultado se debe a causas diversas: la tendencia a la baja participación en este tipo de consultas en toda Europa; la existencia de una cierta abstención estructural en según qué tipo de consultas; un proceso largo y complejo, con numerosos conflictos, que han "expulsado" una parte del electorado del debate del estatuto; o el desconcierto de una parte del electorado de ERC o del PP.
3. Una vez celebrado el referéndum es necesario determinar la fecha de las próximas elecciones y celebrarlas cuanto antes,cerrando el período constituyente que ha supuesto la elaboración del Estatuto y abriendo una nueva etapa política de desarrollo del Estatuto que, en mi opinión, han de liderar las fuerzas de izquierdas, con un peso determinante de ICV-EUiA como mejor garantía para el desarrollo de las políticas sociales y ecológicas avanzadas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de junio de 2006